Victoria que no enmienda el fracaso

Laguna /

Otro fracaso. Ya van varios. El Santos se condenó en Aguascalientes ante Necaxa. 

Porque ese día llegaba con el destino en sus manos, además llegaba apoyado por un buen número de aficionados que renunciaron a algo, a lo que haya sido, con tal de hacer el gasto y estar con ellos en ese estadio, apoyándolos. 

Pero a veces parece que las ideas de arriba y las de la banca, no hacen conexión con los que corren sobre el campo. 

Y ese día pasó todo lo contrario a lo que hubiéramos esperado que sucediera: el Santos hizo corto circuito y sus engranajes fallaron el día que estaba prohibido fallar. Y sí, fallaron. 

Lo que pasó después, para desgracia del Santos y toda su legión, fue que en la última jornada Cruz Azul no hizo sus deberes ante Pumas, que ganó y estropeó los planes del Santos.

La victoria ante Pachuca fue como una especie de mini consuelo para cerrar otro torneo para el olvido. 

Ya nos acostumbramos al fracaso. Eso es lo peor de todo; cuando alguien se acostumbra hasta a lo malo. Andan rumores circulando sobre que ya viene la inversión. 

Pero una buena inversión. Más sencillo de entender: que habrá dinero otra vez. Pero buen dinero. 

Mucho, que se note, que termine traduciéndose en refuerzos de verdad, no intentos de refuerzos que no impactan de manera significativa en el equipo. 

Hago una comparación: mi buen compañero y amigo Jibran Mendoza, jefe de departamento, exigía más personal para su área, a lo cual le respondieron que ya le habían mandado la gente suficiente. 

Mi amigo respondió: “sí, pero los refuerzos que me mandaron no son refuerzos, me tienen como al Santos”. Mejor comparación no pudo haber hecho.

Si el descenso hubiera existido en estos años, el Santos ya estaría preparando su regreso a la división de ascenso. 

Pero hubo quienes eliminaron ese purgatorio que el futbol mexicano tenía. Pues bien, eso está por regresar y el Santos está más que enfilado a ese túnel oscuro. 

Por eso los rumores que suenan resultan algo esperanzadores. 

Pero irremediablemente la afición cae en la siguiente reflexión: “hasta que caímos en desgracia van a tomar acciones”… Es lo que todos vemos, lo que a nivel nacional se externa y se analiza cada vez que el Santos juega y termina perdiendo. 

Este contexto, el del Santos caído en desgracia, es bastante adecuado para compararlo con el famoso dicho de que “ya ahogado el niño, a tapar el pozo”.

El Santos se despidió de su afición el domingo. Algunos jugadores fueron despedidos con aplausos. 

Se dijeron adiós una vez más, a la espera de que el próximo torneo las cosas cambien.

  • Luis Miguel Rodríguez Cruz
  • luismrdzcruz@gmail.com
  • Columnista en La Afición desde Enero del 2009. Egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Información de Universidad La Salle Laguna, con Maestría en Educación por Universidad Interamericana para el Desarrollo.
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