Unidad en la diversidad

  • Para Reflexionar
  • Luis Rey Delgado García

Laguna /

Las polarizaciones, cuando se radicalizan destruyen lo construido con paciencia y constancia, en todos los ámbitos de la vida, familiar social, religioso, político y especialmente destruyen la convivencia humana. 

Julio Cortázar escribió en “Historias de cronopios y de famas” describe estas actitudes polarizadas. 

El “fama” es rígido pero en extremo es un “bodrio de fama” intolerante, el cronopio es desordenado e ingobernable, pero en extremo es un “bodrio de cronopio” igualmente intolerante. 

Pero en medio de estas polarizaciones surgen los “esperanza” personajes flexibles transparentes y globales que integran lo mejor de los dos mundos polarizados.

La sociedad mexicana se distingue por distintas razones de unión y desunión. 

Nos une un idioma, una conquista, una independencia, incluso la idea de ser mejores personas, pueblo de progreso y en la formación de una democracia joven incluyente, resaltan los esfuerzos de grupos organizados. 

Pero la búsqueda de intereses propios de políticos se refleja en el excesivo cuerpo del gobierno, una maquinaria costosa, sistema burocrático poco actualizado para las necesidades de México de hoy con un altísimo gasto corriente.

Habrá que combatir este tipo de armazones públicos con la participación activa de los ciudadanos en la transición a la democracia a través del voto y la inserción en partidos políticos incluyentes donde coincidan la fuerza, el ímpetu y el deseo de trabajar por el suelo donde se ha nacido.

Pero también con el trabajo voluntario en Organizaciones Civiles, que desarrollen al individuo y lo forjen para ser ciudadano activo. 

La Organización civil permite vincular a personas de diversas profesiones, actividades económicas, perfiles sociales, aficiones, intereses políticos y motivaciones personales. 

Generan consciencia en la población de su importante papel. Son grupos que empujan causas sociales, con objetivos específicos. 

Participan es en distintos frentes, según sus convicciones para combatir el enemigo número uno de los países subdesarrollados que es la indolencia de su gente.

Celebramos la multiplicación de organizaciones de la sociedad civil, la mayor participación cívico política, la atención a las poblaciones vulnerables, celebramos la convicción de cuidarnos unos a otros y de buscar juntos mejorar la calidad de vida. 

Al mismo tiempo celebramos la diversidad de causas, que las organizaciones de la sociedad emprenden preocupadas por la pobreza, por el deterioro del medio ambiente, por la corrupción y deshonestidad de las transacciones comerciales, la simulación y el soborno, y por el descaro de los políticos.

Pero nos duele y nos asusta el encono, los protagonismos y las descalificaciones entre organismos de la sociedad civil. 

Hoy, más que nunca, es necesaria la unidad en la diversidad, las buenas causas convergen siempre, a pesar de los caminos divergentes elegidos.


luisrey1@prodigy.net.mx

Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.