No cabe duda que los hechos de violencia que se están suscitando no solamente en el estado de Sinaloa, sino también en Aguascalientes y Zacatecas, están afectando a las entidades de Durango y Coahuila.
Lo más triste es que en el puerto de Mazatlán la ocupación hotelera bajó considerablemente, no hay casi huéspedes y por ende, los restaurantes, negocios de souvenirs, hasta los que músicos banda que ambientan en las playas, ahora se encuentran sin trabajo.
Pero además, quienes venden productos del mar a los negocios en la ciudad de Durango, así como en Torreón y en Gómez Palacio, están viendo como les están aumentando los precios, ya que los hechos de violencia en la autopista a Mazatlán han provocado que los precios en el transporte de los mariscos aumenten considerablemente, ya que no todos se arriesgan a traerlos de la perla del pacífico a la región lagunera.
Además, quienes tienen sus cabañas en el lado de Durango, también han visto como les han cancelado las reservaciones, debido al temor a ser víctimas de algún ataque armado.
No cabe duda que en estos momentos hay un problema para abastecer mercancías que vienen del puerto de Mazatlán, por lo que los costos de los productos van en aumento.
Otros que están sufriendo son los de las agencias de viajes y aquellos que organizan viajes a la perla del pacífico, ya que ante el miedo a sufrir algún contratiempo con los delincuentes, muchos laguneros han preferido esperar a que pase la violencia extrema y vuelva la seguridad.
Difícil momento están viviendo los habitantes de Sinaloa, ya que muchos han tenido que permanecer encerrados en sus casas, otros más tienen sus negocios cerrados y además, saben que el salir puede significar el riesgo de que los despojen de sus unidades automotrices.
Se dice que en la carretera que va de Culiacán a Mazatlán, Hombres armados interceptaron y despojaron de su vehículo a la alcaldesa electa de Mazatlán,
Estrella Palacios, quien iba acompañada de su equipo de trabajo.
Si esto le pasa a las autoridades, los ciudadanos de a pie que pueden esperar, por lo que es mejor permanecer encerrados antes de que ser víctimas colaterales de un pleito en el que nada tienen que ver.
Walter.juarez@milenio.com