Ayer por la mañana me desperté con la hermosa noticia de que el tampiqueño Gustavo Antonio García Salazar de apenas ocho años es tricampeón mundial de cálculo. Es por eso que el día de hoy dedico esta columna no solamente a este talentoso niño, sino a sus padres: Jacqueline Salazar Luque y Gustavo García García, quienes forjaron a quien representó a México y logró sobresalir de entre 700 niños de cinco a 13 años de todo el mundo. Y es que esta es la tercera vez que representa a México, esta última vez en el Aloha Mental Arithmetic 2019 en Guangzhou, China.
Pero en retrospectiva, ¿qué ha logrado Gustavito? No solo el orgullo de su familia, sino la de todos los tamaulipecos quienes le reconocen su esfuerzo y dedicación.
Sus triunfos iniciaron hace tres años -exactamente un 13 de septiembre de 2016- unos meses después de que ingresara a estudiar en la sede de Aloha en Tampico, una escuela ubicada en la calle Guadalajara No. 211 en la colonia Guadalupe, donde gracias al soroban -mejor conocido como el ábaco japonés- empezó a desarrollar habilidades increíbles.
Con el paso del tiempo, Gustavito empezó a mejorar sus tiempos y a romper sus propios récords al resolver las fichas de práctica donde primero resolvía 70 operaciones en menos de cinco minutos, y después en el campeonato internacional en Malasia gana la Grand Champion al resolver 70 operaciones aritméticas en tres minutos y 40 segundos sin ningún fallo.
Pero este talento mexicano quien cursa el 3° año de primaria en el Instituto Cultural de Tampico, no solo tiene pasión por los números, sino que en sus tiempos libres también disfruta al practicar batería, judo, dibujo y estudiar chino.
Hoy, “el niño calculadora” se ha convertido en una leyenda y es reconocido por haber ganado tres campeonatos internacionales: el primero en Malasia en el 2017, el segundo en Rusia en el 2018 y el último en China en este mes de julio de 2019.
Por último, el tricampeón mundial de cálculo mental Arithmetic del programa Aloha nos comenta:
“Me siento muy feliz y muy orgulloso por traerle una copa a mi México, aunque me costó mucho trabajo lo hice y le traje a mi país una copa de nuevo; esto de verdad no me lo creo, no me lo creo… Esto es un sueño”.