Ayer por la tarde tuve el honor de presentar el libro “Pasos en la Azotea” de mi gran amigo, el escritor Francisco Gámez Valdez, en el marco de la celebración del Día Internacional del Libro, junto a la Mtra. Mónica Gutiérrez en el auditorio CP Jesús Rodríguez.
Entre los presentes de esta velada cultural se encontraban: Gloria Laura Septién Crespo, rectora del IEST; Mtro. Eduardo Meléndez Salgado, vicerrector de Desarrollo y Educación Media Superior; Mtro. Germán Wiedmer Trejo, director de Formación Integral; y la Lic. Martha Angélica Ponce Banda, coordinadora de Arte y Cultura.
Dicen que el terror más fiero que experimenta un escritor es enfrentarse a la página en blanco. Es preciso estar alerta y despierto. Por eso el escritor es oficio de desvelados, trabaja entre la soledad y el silencio... cuando otros reposan.
Alguna vez leí que un libro “es la llave para poder transportarnos a un mundo lejos de aquí y soñar con los ojos abiertos”. ¿Cómo sería la vida sin los libros? ¿Dónde quedaría esa sensación de apagar las letras con la mirada mientras te recuestas en la cama y te refugias con historias que no sabes dónde terminarán?
Mi mentor, el escritor argentino Alberto Laiseca, lo sabía, cruzó esta misma línea de la cual en la escritura se dice que no tiene regreso, porque apasiona, espejea y nos hace recordar. Así es la lírica de Gámez, quien en su libro “Pasos en la Azotea” nos adentra en nuevos universos ficcionales y nos va llevando de a poquito dentro de sus personajes con perspectivas cargadas de realismo delirante.
Su obra nos hace soñar debido a sus letras creativas, pero sobre todo porque juega, nos regala ficción y nos hace creer que la vivimos intensamente gracias a sus cuentos. Tamaulipas ya tiene un representante, un escritor consagrado gracias a esta obra nos transporta entre sus historias, sus diálogos y su magia; esa perspectiva literaria que no se encuentra comúnmente y que sólo los iluminados del arte después de mucha experiencia podrán alcanzar.
Muchas felicidades al IEST Anáhuac por seguir apoyando la cultura y las artes; muchas felicidades a mi amigo, de quien me siento muy orgullosa. Abrazo esta obra y espero con ansias su siguiente libro al que también le auguro mucho éxito.