Las elecciones en Jalisco no están definidas, aunque partidos y candidatos se esfuercen por hacerlo parecer así. Falta casi un mes para las votaciones, y las tendencias que circulan en encuestas serias permiten definir quiénes van adelante de otros, pero en muy pocos casos hay un ganador definido de antemano.
Eso tiene nerviosos a muchos, incluyendo candidatos, y los nervios no ayudan a tener campañas limpias. Lo digo porque llevamos más de una semana con incidentes (muchos de ellos violentos) entre militantes de diferentes partidos, y acusaciones fuertes entre aspirantes. Eso es señal de preocupación por parte de quienes aparecerán en las boletas.
No diré nombres; usted sabe quiénes son. Pero esas campañas de acusaciones y denuncias en redes sociales no son señal de ventaja. Habitualmente quien va ganando busca bajar su perfil, evitar exabruptos, y conducirse de la manera más serena posible hasta el momento de votar.
Que se me haga la boca chicharrón, reza el dicho popular; pero temo que militantes y candidatos, en algunos municipios principalmente, pasen de los dichos a los hechos y veamos un zafarrancho que termine con unos en el hospital y con otros detenidos. Que eso ocurra sería terrible y en nada ayudaría para su causas, además de que se pondría en riesgo la integridad de mujeres y hombres .
Todos los candidatos, todos los partidos, y también los ciudadanos, debemos de confiar en las autoridades electorales para castigar los excesos y los delitos de la materia. Es allí donde debe darse la batalla; no en las calles.
Quienes tenemos espacios públicos; quienes nos manejamos en redes sociales, también tenemos responsabilidad en las elecciones. Difundir información falsa, denostar a personajes políticos, o avivar las diferencias puede tener consecuencias desagradables.
Prudencia es la palabra clave este mes. Y no se trata de evitar entusiasmo. Al contrario, que lo haya, pero bien encauzado. Las elecciones son algo serio, y como tal deben de tratarse. Nuestro futuro está en juego, y lo peor sería actuar de manera irresponsable.