En los últimos 30 días los mercados han cambiado su opinión respecto a lo que podía hacer la Reserva Federal en su próxima reunión de política monetaria que se llevará a cabo el 14 de junio.
Ahora, Wall Street, con una probabilidad superior a 65 por ciento piensa que la Fed subirá la tasa de interés 25 puntos base para llevarla de 5.25 a 5.5 por ciento; este giro tan inesperado obedece a que el temor de la crisis bancaria, que se presentó a partir de la quiebra del Silicon Valley Bank, parece haberse disipado; esto le ha permitido a algunos de los miembros de esta institución reconsiderar la pausa —que casi todo el mundo daba por buena— de que el 5.25 por ciento de tasa de referencia ya era lo máximo que veríamos este año, claro, si la inflación seguía el curso de los últimos meses. Es más, a mediados de mayo había opiniones en el sentido de que la tasa podía empezar a bajar tan pronto como en julio, para terminar el año en 4.5 por ciento; no obstante y pese a lo anterior, hoy las opiniones mayoritariamente indican que lo más probable es que la Fed escale de nuevo la tasa.
Todo lo anterior, y una vez que el tema del límite de endeudamiento quedó resuelto el miércoles por la noche, la opinión de los mercados tiene un carácter muy especulativo, pues faltan algunos datos que, por su importancia, seguro influirán en la decisión que la Reserva Federal tome el 14 de junio.
Estos son: en primer lugar, el número de empleos que logró crear la economía estadunidense en mayo, lo cual se conocerá hoy; después se tendrá que saber cuál fue la inflación del mismo mes, lo que develará el 13 de junio —un día antes de la reunión de la Fed. Nosotros estamos esperando que la creación de empleos de mayo sea de alrededor de 190 mil puestos de trabajo; en cuanto a la inflación pensamos que ésta se podrá reducir 8 décimas (de 4.9 a 4.1 por ciento), más de lo que vimos en abril. Si todo sale en línea, de cualquier manera, creemos que la Fed subirá 25 puntos base la tasa, lo que era el plan original antes de la crisis bancaria, pero si la creación de empleos cae mucho más a lo estimado y la inflación también se reduce de manera notable, entonces la decisión será hacer pausa en 5.25 por ciento.
De cualquier forma, el panorama sigue bastante positivo, ya que, independientemente de la inflación de los próximos meses, sí existe un convencimiento de que la tendencia de ésta es a la baja y si la tasa sube a 5.5 por ciento, ahora sí éste será el techo; sin embargo, los mercados tendrán que aceptar que la misma se mantenga en ese nivel la mayor parte de este año.
La expectativa es terminar 2023 con una inflación nominal de 3.5 por ciento, y será hasta finales de 2024 cuando se alcance la meta de 2 por ciento. Nos parece que los mercados tomarán una pausa después de los magníficos rendimientos que han tenido en los primeros cinco meses; en el verano seguro los veremos laterales, aunque sí se espera un nuevo rally en el último trimestre.