Que nadie tenga duda de que este año será muy difícil leer, sobre todo por cuál puede ser el rumbo que tomen los mercados financieros. Las razones son varias, pero las dos más importantes son las políticas arancelarias que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le está imponiendo a las naciones con las que su país mantiene vínculos comerciales importantes. Estas políticas seguro tendrán efectos en el crecimiento mundial y en la inflación, razón por la cual hoy, sin conocer aún cuál será el resultado final de todo este proceso, se genera incertidumbre, una situación que afecta de manera negativa en el sentir de los inversionistas.
La otra gran causa que está presente en el ánimo de los mercados se refiere a los temas de geopolítica, dentro de los cuales el que más preocupa es la guerra que se ha suscitado entre Israel e Irán —misma que puede tener serias consecuencias para todo el planeta—, sobre todo si el conflicto se extiende hacia otras naciones.
Así las cosas, como especialista en finanzas, encuentro que la mejor manera de proteger el patrimonio financiero es con una diversificación adecuada de éste, pero una diversificación en todos los sentidos: en lo geográfico, en monedas y, por supuesto, en cuánto debemos tener en activos seguros y qué tanto en riesgo.
Claro está que la diversificación no debe ser igual para todos. Antes de pensar en diversificar es importante definir cuál es nuestro perfil de riesgo, esto quiere decir que debemos saber cuánto riesgo estamos dispuestos a tomar para obtener mayores beneficios. Todo inversionista debe entender que si busca mejores rendimientos que los que ofrecen las inversiones libres de riesgo, debe aceptar desafíos mayores.
En mi actividad profesional he encontrado, de forma muy general, que hay cuatro tipos de inversionistas (obviamente es un ejercicio teórico, pero útil).
1. Quienes no aceptan los riesgos, o sea, inversionistas de renta fija, pero, ojo, debemos verificar que ésta sea realmente segura, porque en este mercado también se puede perder dinero si uno no escoge bien en qué tipo de renta fija invierte.
2. Los conservadores, quienes solo aceptarán tener en su portafolio 10 por ciento de activos con riesgos, como son las acciones o los fondos que invierten en ellas, y 90 por ciento en renta fija segura.
3. Los moderados, quienes aceptan tener en renta variable hasta 30 por ciento de su portafolio y el resto en renta fija.
4. Los agresivos, aquellos inversionistas que aceptan tener en renta variable arriba de 50 por ciento de su patrimonio.
Este ejercicio de conocer cuál es el perfil de riesgo que cada uno de nosotros es indispensable, con el objetivo de tener un buen manejo de nuestras finanzas personales.