El miércoles, en la última reunión de política monetaria del año de la Reserva Federal, se decidió, como ya habíamos adelantado, dejar la tasa de referencia sin cambio en 1.75 por ciento.
Pero lo más interesante fue que su presidente, Jerome Powell, indicó que la intención del banco central era mantener la tasa de interés en ese nivel a lo largo del próximo año y que para que ésta subiera, la inflación tendría que subir muchos más de donde se encuentra actualmente (2.1 por ciento) en términos anuales, y para ver disminuciones la desaceleración tendrá que ser mucho más profunda de lo que hoy se pronostica.
Estas declaraciones debilitaron al dólar frente a la mayor parte de las monedas, incluyendo al peso, que cerró el miércoles en 19.12.
Además de lo anterior, Powell, a una pregunta expresa, indicó que la ratificación del T-MEC beneficiará la actividad comercial al restar incertidumbre en los tres países firmantes y esto podrá favorecer flujos de inversión hasta hoy detenidos, por no contar con un compromiso como los que se establecen en el mencionado tratado.
También comentó el presidente de la reserva que el proceso del juicio a que se enfrenta el presidente Donald Trump no afectará el comportamiento de la economía en su país.
Respecto de este tema, el que escribe piensa que Trump sí será juzgado, pero será exonerado toda vez que los demócratas no cuentan en el Senado (que es el que decide) con los votos suficientes para lograr sacarlo de la presidencia.
La pregunta que surge después de la resolución de la Fed es qué hará México en la reunión de política monetaria que se celebrará el 19 de diciembre.
Desde mi punto de vista, el Banco de México (Banxico) se inclinará a separarse por lo menos ahora de la política de tasas de la Reserva Federal y sí reducirá la tasa de referencia en México del 7.5 por ciento actual a 7.25 por ciento y no solo eso, sino que es muy probable que nuestro banco central continúe bajando la tasa en el primer semestre del año entrante, aunque la Fed mantenga la tasa en Estados Unidos estable durante ese periodo.
La ventana de oportunidad existe, ya que la inflación parece que está bien anclada, en alrededor de 3 por ciento.
Si esto sucede, esta política monetaria ayudará a que la estancada economía mexicana reciba un poco más de oxígeno.
Claro, esta política implica riesgos y por eso Banxico tendrá que ser cuidadoso en su aplicación.
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