La economía no pinta bien

Ciudad de México /

Todos celebran el nuevo gobierno y yo le deseo a la Presidenta la mejor de las suertes; creo que tiene la preparación y el poder para dirigir a México por caminos de desarrollo y progreso.

Concentrándome en los temas económicos y financieros, lo que veo para México en el futuro no me gusta y me preocupa. La pasada administración nos dejó un rezago importante, en todo el sexenio apenas crecimos 0.9% anual, lo que lo convierte en el peor sexenio desde Miguel de la Madrid; las menores cifras de crecimiento en 30 años, lo que ha sido un enorme freno para lo que teníamos, que ya de por sí era pequeño.

El primer año de López Obrador no hubo crecimiento, para 2019 se contrajo 0.39%. Después, en 2020, nos enfrentamos a la pandemia y en ese año decrecimos 8.35%; la recuperación de 2021 fue moderada, ya que rebotamos a 6.05%, pero a partir de esa fecha los siguientes crecimientos han sido menores al año anterior; por ejemplo, este 2024 creceremos —si bien nos va—, a 1.5%, menor al 3.2% del año pasado, y lo peor es que para 2025 se espera solo 1.2%. 

¿Podemos hacer algo? Yo pienso que hay una gran oportunidad de cambiar las cosas, pero tenemos que trabajar ya. Nuestras dificultades para crecer son de origen externo e interno, la principal causa que nos viene de fuera es que la economía de Estados Unidos crecerá menos en 2025 que en este año, lo que puede reflejarse en un estancamiento y hasta disminución de algunas de nuestras exportaciones.

En este sentido no podremos hacer nada, pero donde sí podemos actuar es en definir programas de inversión conjunta entre gobierno e iniciativa privada para empezar a crear la infraestructura necesaria para que el nearshoring deje de ser un sueño y se convierta en una realidad; además, para el entorno internacional se requiere que la relación con EU y Canadá mejore después de los desencuentros de las últimas semanas. Tenemos que estar bien preparados para la revisión del T-MEC en 2026.

Para el exterior, será importante convencer a nuestros socios de que los cambios del Poder Judicial no tendrán efectos negativos para los inversionistas foráneos, y que sus derechos estarán protegidos por las leyes mexicanas; esto se puede lograr si las regulaciones secundarias a las modificaciones se encaminan en forma correcta. Nuestras relaciones con el exterior, no solo con EU y Canadá, serán claves para definir nuestro futuro económico.

En lo interno se deben crear políticas públicas encaminadas a favorecer la inversión de capital; será necesario echar mano de la imaginación y el talento de los especialistas para poner en práctica medidas administrativas, fiscales, aduaneras, etc., para reactivar la inversión nacional. Recordemos que de la inversión total del país la privada representa más de 80% y la pública solo 20%, éstas deben ser complementarias y tratar de ser de alto impacto para que su efecto se haga sentir en muchos sectores; habrá que definir cuáles son los prioritarios. 

Pero, sobre todo, lo que sí tiene que ganar la nueva presidenta es la confianza de los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros.


  • Manuel Somoza
  • Presidente de CI Estrategias por Somoza Musi. Ejecutivo con más de cuatro décadas de experiencia en el sector financiero. Es economista de la Universidad Anáhuac y tiene una maestría en Finanzas del Tec de Monterrey.
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