La inflación sigue siendo una amenaza en EU

Ciudad de México /

El miércoles pasado salió la inflación de agosto de la economía más grande del mundo, que es la estadunidense, y el indicador marcó un crecimiento mensual de 0.6 por ciento que, en el cálculo anual, mandó la inflación nominal de este año a 3.7 por ciento.

Solo para poner en contexto al lector, menciono que durante junio la inflación se ubicó en 3 por ciento y en julio rebotó a 3.2 por ciento; el incremento que se dio de julio a agosto ya se contemplaba, pero no tan alto; la razón de esto es que el aumento en los precios del petróleo durante el mes de referencia había sido demasiado. Recordemos que el West Texas Intermadiate (WTI) hace poco más de un mes cotizaba sobre niveles de 70 dólares por barril, y para finales de agosto ya estaba tocando los 90 dólares, con lo cual el impacto en el precio de las gasolinas no se hizo esperar.

También le recuerdo al lector que la inflación nominal incluye el precio de todas las mercancías que hay en la economía, pero para fines de la política monetaria, la Reserva Federal gusta ver no la inflación nominal, sino la subyacente, ya que esta última es estructural y elimina del índice los precios de mercancías que son altamente volátiles, como el petróleo y sus derivados, así como otros productos agrícolas que tienen variaciones muy importantes en sus precios a plazos muy cortos.

Los datos que salieron en agosto, al final, no fueron tan malos, porque aunque el crecimiento de la inflación nominal estuvo arriba de lo estimado, el índice subyacente siguió mostrando tendencia a la baja,  ya que en términos generales en julio estaba en 4.7 por ciento, y para el octavo mes del año se redujo a 4.3 por ciento.

Los mercados asimilaron correctamente lo anterior, y por esa razón las bolsas en Estados Unidos tuvieron signo positivo a partir del miércoles, cuando en la semana anterior habían mostrado tendencia a la baja. Hoy la gran pregunta que todo el mundo se hace, es qué hará la Reserva Federal con la tasa de interés en la próxima reunión, que se llevará a cabo el 20 de septiembre.

De acuerdo a las probabilidades que se manejan en Wall Street, más de 80 por ciento de los participantes en los mercados opina que la Reserva Federal no subirá la tasa de interés por encima del nivel actual; sin embargo, la probabilidad de que suba la tasa en noviembre crece a 44 por ciento, con lo cual se incrementa la incertidumbre de lo que pueda suceder. Podemos decir que la moneda está en el aire, y que si sube o no en noviembre va a depender de las inflaciones que veamos en septiembre y octubre.

En el discurso cotidiano de los funcionarios de la Reserva Federal ahora se nota cierta cautela, a pesar de que algunos todavía piden un incremento adicional en la tasa de interés de referencia. A estas alturas del año es muy difícil saber si esto sucederá o no, pero de lo que podemos estar seguros es de que la tasa de interés que hoy está en 5.5 por ciento no bajará en el futuro próximo, y las encuestas indican que la primera reacción hacia la baja no se dará antes de junio de 2024.

La inflación sigue siendo un tema, y la lucha para combatirla tiene que ser constante; nunca se puede uno sentir que ya la dominó. ¡Esa es la historia! 


  • Manuel Somoza
  • Presidente de CI Estrategias por Somoza Musi. Ejecutivo con más de cuatro décadas de experiencia en el sector financiero. Es economista de la Universidad Anáhuac y tiene una maestría en Finanzas del Tec de Monterrey.
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