Se recomienda cautela en los mercados

Ciudad de México /

Tengo la impresión de que los mercados, en lo general, mantienen un optimismo no justificado sobre el impacto de las políticas arancelarias que Donald Trump está implementando, y digo no justificado porque aún las negociaciones más importantes en este tema no están resueltas. Por ejemplo, con México y Canadá todavía no se sabe qué sucederá con los aranceles que en principio quiere imponer en el ramo automotriz, tampoco si piensa seguir adelante con su impuesto sobre el aluminio y el acero.

Asimismo, ya están claras sus intenciones de que en la revisión del T-MEC —que debe iniciarse en agosto— se imponga que el contenido regional en la exportación de vehículos suba de 75 a 85 por ciento, con lo cual México saldría bastante mal parado.

Pero eso no es todo, incluso está por verse la negociación global con la Unión Europea y queda pendiente Japón. La más importante es la negociación con China, cuyo primer acuerdo no ha quedado claro, amén de que no ha sido ratificado ni por Trump ni por Xi Jinping; lo único que se sabe es que China, durante los próximos seis meses, aceptó seguir exportando “tierras raras“ hacia Estados Unidos, lo cual fue festejado por Trump.

EU ofreció flexibilizar las restricciones a las importaciones chinas de chips y componentes de alta tecnología, se comprometió a abrir espacios en la universidades para estudiantes chinos. El país no solo enfrenta el dilema comercial, que a nadie le gusta, y aún tiene que resolver el tema del insostenible déficit que tendrá que enfrentar este año y los siguientes. También debe detener el incremento del endeudamiento que ya representa más de 120 por ciento del PIB.

Por estos temas el dólar ha perdido valor importante respecto a sus pares. La cotización contra el euro, que ha sido el más beneficiado, es que para comprar un euro se necesitan 1.16 dólares, o sea que en el año la devaluación del dólar frente a la moneda europea ha sido de 12 por ciento y de 9 por ciento frente al yen.

El futuro de los mercados es incierto, dado que lo aquí expuesto tendrá impacto en la inflación, aunque no sabemos por cuánto tiempo y tampoco si las políticas arancelarias serán tan negativas como para ocasionar una recesión en la economía más importante del mundo, con consecuencias globales.

Como si todo esto no fuera suficiente, están los temas geopolíticos: el conflicto entre Israel y Hamás continúa, la guerra entre Rusia y Ucrania no se le ve solución en el corto plazo, y últimamente el pleito entre EU e Irán.

Yo mantengo un optimismo moderado sobre el entorno económico general y los mercados mundiales, con excepción de México, donde sí veo a la economía estancada a pesar de que la bolsa y los instrumentos financieros siguen ofreciendo buenas oportunidades.

En conclusión, creo que este año los inversionistas tienen que ser cautelosos y deben tener como estrategia una diversificación adecuada, es el mejor remedio ante la incertidumbre.


  • Manuel Somoza
  • Presidente de CI Estrategias por Somoza Musi. Ejecutivo con más de cuatro décadas de experiencia en el sector financiero. Es economista de la Universidad Anáhuac y tiene una maestría en Finanzas del Tec de Monterrey.
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