Desde el primer día de septiembre, los resultados de las principales bolsas del mundo han sido negativos; tradicionalmente, el noveno mes del año siempre resulta ser el peor, y parece que ahora esto no será la excepción.
Los mercados, en lo general, cerraron en agosto con un optimismo moderado por varias razones. La primera y muy importante, es que la amenaza de una recesión global parece estar cada vez más lejos; además, en Estados Unidos, la economía más grande del mundo, los datos económicos siguen sorprendiendo por su fortaleza. El consumo privado se mantiene a buen ritmo y también la inversión ha crecido, además el empleo sigue mostrando fuerza: el último dato marcó la creación de 178 mil nuevas plazas y ayer, como todos los jueves, salió el número de gente que solicitó subsidio por desempleo, que reveló la mayor disminución de estos requerimientos desde marzo de este año, lo cual significa que el empleo sigue manifestando su solidez.
Por si esto fuera poco, la inflación estuvo dentro de las expectativas; debido a lo anterior, la última semana de agosto fue muy buena para los mercados, ya que se recuperaron en forma muy importante las pérdidas que se observaron a principios de mes, pero la situación en septiembre es distinta: sin ninguna razón suficientemente importante, esta semana los mercados cambiaron de signo, lo peor ha sido que los datos económicos que han salido de China siguen mostrando bastante debilidad en la economía.
El gobierno ha implementado varias medidas de política monetaria, como bajar las tasas de interés y disminuir los requerimientos de reservas para los bancos, pero estos esfuerzos aún no dan resultados; lo que quieren los mercados en China es ver medidas de carácter fiscal que los ayuden a salir de este letargo.
Otra noticia, que tampoco es buena, es que a diferencia de lo que sucede en EU, la economía de la eurozona sí se está enfriando más rápido; el crecimiento de este bloque en el segundo trimestre del año apenas fue de 0.1%, con lo que evita caer en una recesión técnica; sin embargo, el futuro próximo se ve complicado. Quien más ha sufrido en la eurozona y se ha llevado la peor parte es Alemania, que ha resentido en forma más directa el impacto negativo de la invasión de Rusia a Ucrania y que ha traído como consecuencia el encarecimiento de los energéticos, lo cual afecta la importantísima estructura industrial de este gran país.
Aunado a lo anterior, la actitud de los funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos sigue siendo bastante hostil, en todos los discursos los distintos funcionarios indican su deseo de que las tasas de interés suban un poco más, esto a pesar de que la opinión de los mercados es de que en septiembre no habrá ningún alza, pero que ésta sí puede suceder en noviembre.
Así las cosas, septiembre va a seguir siendo un mes complicado. Falta una información muy importante que es la que dará rumbo y horizonte a los inversionistas, y ésta es el dato de la inflación de agosto, misma que se publicará el 13 de septiembre.