En los últimos días nuestra moneda se ha depreciado respecto al dólar por el temor de que la economía estadunidense entre en recesión, pero no solo el peso se afectó, en realidad el dólar se fortaleció frente a casi todas las monedas del mundo; parece una contradicción, pero no lo es, y la explicación es la siguiente.
Si se presenta una recesión en la economía más importante del mundo, esto afectará de forma negativa a muchas economías que en mayor o menor medida tienen fuertes ligas de negocios con Estados Unidos. Piense en México, una fuerte contracción de la actividad económica en nuestro vecino del norte puede significar para nosotros una pérdida de valor en el sector manufacturero y de exportación, que es el más dinámico en la economía mexicana y es el que soporta en buena medida nuestras exportaciones. Además de esta actividad prioritaria para México está, entre otras, el turismo, que sin duda se reducirá si la economía en EU deja de crecer.
Por lo anterior, en la última semana la cotización de nuestra moneda pasó de 20 pesos por dólar hasta los 20.70 que alcanzó ayer. Algo similar le pasó al euro, que perdió valor frente al dólar, su cotización se redujo de 1.05 euros por dólar a solo 1.01, con lo cual prácticamente está a la par del dólar tras perder más de 10 por ciento en lo que va del año. La economía de la eurozona también resentirá en forma negativa si Estados Unidos entra en recesión.
La reacción de las monedas esta semana ha sido especulativa, ya que no se han tenido nuevas noticias que nos ayuden a pronosticar una recesión en EU; los datos de su economía aún son bastante fuertes.
La disminución del PIB estadunidense en el primer trimestre de 1.6% obedeció a una reducción importante de inventarios, pero a estas alturas no se puede determinar si ésta se dio porque la expectativa de consumo se redujo o porque los niveles de producción cayeron debido a los cuellos de botella en las cadenas de valor que se está dando como producto de la pandemia; esto obligó a los fabricantes a echar mano de los inventarios, reduciendo en forma exagerada las mercancías en almacén.
De cualquier manera, tengo la impresión de que cuando menos el peso respecto a al dólar ganará valor en el corto plazo para presionarse de nuevo a finales de año, pero sin esperar nada dramático. Nuestra expectativa es que el peso termine 2022 con alrededor de 21 pesos por dólar.
No se le dio gran difusión, pero una de las calificadoras de deuda hace apenas unos días cambió la perspectiva de la deuda mexicana de negativa a estable dejando la calificación en BBB-. Otro dato para tomar en cuenta es que el rendimiento del bono de 10 años en Estados Unidos redujo su rendimiento de 3.47 hasta 2.75 por ciento, para regresar ayer a 3 por ciento. En la baja de rendimientos, lo esperado era apreciación del peso y del euro, lo cual no sucedió porque la especulación sobre la recesión fue la que mayor eco tuvo.
Manuel Somoza