La economía mexicana enfrenta retos importantes, sobre todo para el año entrante. Es claro que a pesar de que los números de crecimiento del tercer trimestre fueron mejores a los previamente estimados, este año el PIB podrá aumentar --en términos reales-- entre 1.5% y 1.6%; estas cifras muestran claramente que año con año nuestros balances, a partir del 2021, donde nos recuperamos un poco después de la pandemia, la economía ha tenido números de crecimiento menores todos los años, con respecto al período anterior. Esa racha se mantiene en las expectativas de crecimiento para el 2025, donde los especialistas esperan un avance de apenas 1%, y la probabilidad de visitar escenarios de contracción también pueden ocurrir. Teníamos la esperanza de que Kamala Harris ganara la elección presidencial de Estados Unidos (EU), pero no fue así; ahora con el triunfo de Donald Trump, las cosas se ven más complicadas .
Justo en el cierre de su campaña, Trump manifestó que actuará de inmediato con México y nos pedirá dos cosas importantes para detener en seco la migración ilegal hacia su país, también evitar la entrada de Fentanilo; y si México no cumple cabalmente estos requerimientos, entonces su administración implementará un impuesto de 25% a todas las exportaciones de México hacia EU, si sus deseos no son satisfechos entonces el incremento de aranceles subirá a 50% con la posibilidad de que estos sigan subiendo.
¿Se imagina estimado lector el daño que un programa así podría generar en nuestra nación?, por supuesto una medida de este tipo también causaría estragos en la economía estadounidense, se le olvida a Trump que somos su primer socio comercial y que algo así generaría un grave problema económico también para ellos; y aunque nadie piensa que lleve las cosas a estos extremos, la verdad es que un personaje así, resulta ser un individuo muy peligroso para México y para el mundo.
Ante este escenario tan amenazante, no nos deberíamos de quedar con los brazos cruzados; los retos que se nos presentan podrían tener enormes repercusiones en todos los sectores de la economía mexicana. No es solo un problema para la nueva administración de México, lo es para toda la sociedad, la iniciativa privada y todos los ciudadanos; es algo que nos puede afectar negativamente a todos, y por lo tanto, deberíamos de estar más unidos que nunca, y la verdad no lo estamos. Vivimos en un México muy enfrentado, a raíz de la intransigencia de la administración anterior, que quiso imponer su modelo a la fuerza, y a pesar de que muchas personas lo aceptan, existen también muchísimas otras que no están de acuerdo.
Lo peor de todo es que, hasta ahora, no se nota un interés por parte del nuevo gobierno en buscar una reconciliación nacional, y así poder crear un frente poderoso y unido en contra de quienes nos quieren lastimar. Hoy más que nunca el interés público y el privado tendrían que estar en armonía, pero eso no se podrá lograr si Morena pretende imponer su voluntad sin escuchar a nadie, simplemente porque obtuvo mayoría en las elecciones.
La obligación del gobierno de Claudia Sheinbaum es gobernar para todos los mexicanos, no exclusivamente para los que votaron por ella. Insisto, hoy ante este panorama tan negativo e incierto, deberíamos de estar implementando políticas públicas que nos lleven a lograr que los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros, incrementen sus inversiones en el país, para lo cual estas políticas deberían de garantizar el Estado de Derecho y dar certidumbre de que los acuerdos se respetarán en los plazos que se establezcan. Claro, además de un montón de cosas más como son: la garantía de la seguridad, el compromiso de las partes de cumplir los acuerdos.