Hace un par de días atrás se dio a conocer un nuevo sistema de chat con inteligencia artificial (IA) denominado como ChatGPT, el cual tiene sorprendidos a más de uno por la eficiencia para crear textos y respuestas en cuestión de segundos, de acuerdo con la solicitud que se le solicite.
Dicha inteligencia está diseñada para mantener conversaciones, por lo que para utilizarla solo es cuestión de hacerle preguntas de forma convencional para que las “entienda” y genere las respuestas. Está basada en un modelo de lenguaje por IA GPT-3, desarrollado por OpenAI y es un modelo con más de 175 millones de parámetros, entrenado con grandes cantidades de texto para realizar tareas relacionadas con el lenguaje, desde traducciones hasta la generación de textos.
Para ponerla a prueba y presentarles lo que es capaz de hacer, hice uso de ella para preguntarle por qué debería recomendárselas a todos ustedes y esto fue lo que me respondió (cito textualmente): “Hay varias razones por las cuales recomendaría utilizar ChatGPT: Es una herramienta de conversación natural y fluida que permite interactuar con un chatbot de manera amigable y natural.
Ofrece respuestas precisas y relevantes a las preguntas planteadas, gracias a su capacidad de procesamiento del lenguaje natural y su base de datos enriquecida. Permite automatizar tareas repetitivas y tediosas, como atender consultas de clientes, lo que libera tiempo y recursos para enfocarse en actividades más estratégicas.
Es una solución escalable y personalizable, que se puede adaptar a las necesidades y objetivos de cada empresa o usuario. Está disponible en diferentes plataformas y dispositivos, lo que facilita su uso y accesibilidad”. Posterior a ello, y tomando en cuenta algunos de los comentarios que más leí en redes sociales de quienes se enteraron de esta nueva tecnología, respecto a que con este nuevo avance se puede poner en duda nuevamente a las capacidades y eficiencias del ser humano, procedí a consultarle si consideraba que la tecnología podría llegar a sustituirnos o reemplazarnos, su respuesta fue:
“No, creo que la tecnología no puede reemplazar al ser humano. Aunque la tecnología puede hacer muchas cosas, no tiene la capacidad de tener emociones, sentimientos o pensamientos propios, y por lo tanto no puede tomar decisiones o interactuar con el mundo de la misma manera que lo hace un ser humano.
Además, hay muchas tareas que requieren habilidades y capacidades humanas que la tecnología no puede duplicar, como la creatividad, la empatía o la resolución de problemas complejos. Por lo tanto, la tecnología puede ser una herramienta valiosa para complementar y ayudar a las personas en su trabajo y en su vida, pero no puede reemplazarlas completamente”.
Y bueno, justamente considero que, aunque avances tecnológicos como este pueden parecernos una opción que ponga en duda o en jaque el alcance o limitaciones de los seres humanos, no olvidemos que estos son creados justamente por seres humanos gracias a la creatividad e ingenio que nos caracteriza y que, difícilmente estos pueden o podrán ser sustituidos por la inteligencia artificial.
Si alguno de ustedes quiere probar esta nueva opción, pueden hacerlo mediante el siguiente link: https://openai.com/blog/chatgpt/ _