Margarita Ríos-Farjat
  • Ministra de la Suprema Corte de Justicia
  • Una reforma justa y posible

    Es indispensable mejorar el entramado de justicia; sin embargo, la iniciativa de la renovación judicial que se discute dista de perseguir ese propósito al estar centrada en la sustitución de la clase que la compone por otra electa por el voto popular
  • Desaparecer gorriones

    La sociedad merece serenidad, discernimiento y diligencia, excelencia y verdad, técnica y buena voluntad
  • Nuevos jueces

    De cambiar el paradigma de que la justicia no sea impartida por juzgadores electos mediante exámenes de oposición, más digno será haber vencido en un sistema que privilegiaba el mérito
  • Mujeres jacarandas

    Es espectacular cómo embellecen a la Ciudad de México las jacarandas en flor
  • Reparación de tuberías

    Administrar la tarea pública en entornos egoístas, groseros y crispados se ha convertido en el signo de estos tiempos; ante ello se requieren instituciones que trasciendan los peligros de las individualidades y ayuden al crecimiento del país
  • Matar y sembrar la duda

    Hablar de un “sistema de justicia” abarca a jueces, abogados y partes, que tienen el derecho de acceder a todas las instancias para hacer valer sus derechos constitucionales; esto incide en la tardanza de los procedimientos penales
  • Mujeres de México

    Es cierto que este sector ha tenido mayor visibilidad en la vida pública en tiempos recientes, pero algún día estaremos orgullosas de ser solo personas, es decir, que nuestra condición de género no implique desdén u otra forma de exclusión
  • Modo honesto de vivir

    En la Corte determinamos que no podía prevalecer la decisión de la Sala Superior porque ese requisito para ser candidato es de ponderación subjetiva, además de ser una expresión ambigua, por lo que exigirlo puede traducirse en discriminación
  • Cuidar las dentaduras institucionales

    El Ministerio Público es una institución fundamental para el equilibrio del Estado mexicano y para la tranquilidad de la sociedad, aunque paradójicamente deba infundir miedo.