En los países en donde ha prevalecido o está presente el ambiente militar no hay vida democrática, porque esa presencia inhibe la libertad y el temor de recibir represalias fuera de la ley.
La presencia de la fuerza militar solo se justifica cuando aparece para apoyar a la población cuando es víctima de desastres naturales, y en estos casos y otros de emergencia, se eleva la simpatía y buena calificación por esos elementos, pero aplaude su regreso a los cuarteles.
¿Por qué la Guardia Nacional está adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional? El proyecto presidencial no era para combatir a los grupos delincuenciales organizados para atentar contra la sociedad, ni con el afán de disminuir la alta incidencia de criminalidad, sino quizá con el propósito de extender esa presencia más allá del sexenio.
Los regímenes no democráticos se caracterizan por la presencia militar entre la sociedad civil, con o sin uniforme, siendo ello una señal de autoritarismo para el control y, lo más seguro, para opacar la voluntad de quienes, con base en la misma democracia, optan por decisiones ajenas al autoritarismo.
El Ejército mexicano ya controla 26 instituciones, casi 800 mil millones de pesos en obras y tiene el mando de las policías en 11 estados. Entre la Marina, el Ejército y la Guardia Nacional, reciben 235 mil millones de pesos, aproximadamente la mitad de todos los programas sociales.
La militarización del país ha sido lenta pero progresiva desde el inicio en enero de 1994 con el desplazamiento del Ejército en Chiapas para combatir al EZLN pero sin acciones de su competencia, quedando acantonados durante años.
Ante otras incursiones eventuales la SCJN resolvió que tales acciones eran legales “siempre y cuando estuvieran bajo el mando de autoridades civiles” . Por lo anterior, el partido dominante y sus satélites estarían actuando contra la Constitución.
La sociedad civil rechaza en su conjunto esa tendencia permanente. Las dictaduras tienen policías militares, pero en las democracias esas fuerzas están bajo el mando civil.