Lanzó la denuncia a través de sus redes: “Más de 8 hombres armados entraron a casa de mi mamá. Voy a dejar de publicar un tiempo, por ella y por mi familia”, decía escuetamente Reyna María López Rodríguez, jueza laboral federal.
La Asociación Mexicana de Juzgadoras A.C. emitió un comunicado condenando los hechos “No queremos pensar que este hecho constituye represalia o persecución por su visible postura crítica frente a la reforma judicial”.
Maria Elena Molina, magistrada de circuito y presidenta de la asociación se reservó proporcionar mayores detalles por razones de seguridad de los implicados en una enrarecida entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva.
El experimentado periodista insistía para obtener mayores detalles, y ante la imposibilidad de ir más allá, terminó abruptamente la conversación, porque, en su opinión, “no tiene mucho sentido estar escuchando conjeturas, hipótesis y acusaciones...”.
Lo que Ciro pasó por alto es el antecedente: “Ya me han amenazado de muerte por el (activismo en torno al) Poder Judicial de la Federación y también a mi mamá...” dijo la juzgadora en una transmisión de sus redes allá por octubre del año pasado, lo que ahora hace mucho sentido.
Y es que Reyna es una de esas figuras emergentes que dan rostro, nombre y apellido, a la oposición al desmantelamiento del Poder Judicial Federal. Se le podía ver en las plazas públicas de León o Guanajuato capital, con su megáfono, alertando a la población de las pretensiones morenistas.
Se hizo viral, ya sea trabajando durante el paro de labores, o renunciando a permanecer como jueza, habiendo sido sorteada, por congruencia con sus principios. Más personas como ella necesita este país, por eso la enérgica condena al allanamiento de morada.