En estos días, pasada la celebración de las Fiestas Patrias, se apuran los preparativos para el cambio de gobierno de la República. Será un inicio de intensa actividad para la Presidenta Claudia Sheinbaum, más de lo que significó para los anteriores presidentes.
La reforma constitucional que modifica sustancialmente la integración y funcionamiento del Poder Judicial es una tarea de lo más compleja, tanto en el manejo político, como en su instrumentación operativa. Seguramente hay equipos de apoyo para la planeación y ejecución de todos los pasos que requiere, sin embargo, la gobernanza para la implantación de estas políticas requiere mucha preparación y mejorar el ambiente del contexto, que es complicado. Los juicios en proceso y las demandas en ciernes no pueden congelarse.
Por una parte, lo relativo a la participación del Poder Legislativo Federal para las convocatorias requeridas para elección de los cuadros judiciales y modificaciones legales. La del propio Poder Judicial Federal, que puede ser concertada o continuar de controversia, según se logre la operación política, así como la participación de los gobernadores, para la adecuación de las constituciones y legislación locales, con los poderes legislativos y judiciales locales, solamente para mencionar las más visibles. Eso especialmente en la Política Interior.
Resalta también la seguridad, principalmente en donde no se ha logrado devolver la tranquilidad a diversas poblaciones, como en Sinaloa, Michoacán, Guerrero, entre otras. Y la cotidiana impunidad de muchos delitos con denuncia y de las llamadas “cifras negras”, sin denuncia, que deben atender la Guardia Nacional y policías locales, con los reclamos para los ministerios públicos locales y federales, en materia de derechos humanos.
Habría que anotar además los conflictivos temas de migración, insertados en la competencia electoral de los Estados Unidos. Y otros de nuestra relación cotidiana con nuestros vecinos del norte, como es el Tratado de Libre Comercio, estrechamente vinculado al desempeño de la economía, la lucha anticorrupción y la atracción de inversiones.
Por si fuera poco, arrancar los ambiciosos y fundamentales temas de inversión pública en materia ferroviaria como la terminación de obras en proceso, el maya, el interoceánico, así como nuevos proyectos, el de pasajeros de México-San Luis Potosí-Nuevo Laredo y las 13 carreteras de la red federal y otros más del Plan de Infraestructura. La crisis climática que nos impacta en tragedias recientes en el Estado de México y otras partes del país.
Por eso y más le deseamos que su gobierno tenga mucho éxito y los mexicanos debemos actuar con unidad para que nos vaya bien a todos.