Me queda claro que los seres humanos somos de las especies más resilientes y que mejor nos adaptamos a los cambios, con lo que las actividades que realizábamos cotidianamente al final con la llegada del coronavirus se vieron modificadas al punto de que hoy no sabemos si el retorno a la normalidad vaya a ser el mismo.
Nuestra actividad, la de conseguir procesar y entregar la mejor y más completa información nos ha llevado a reinventarnos y volcar la noticia no solo a lo periodísticamente interesante sino también a lo socialmente útil, más ahora que los medios tradicionales empiezan a retomar y reivindicar esa fuerza que parecía en algún momento perderse con la llegada de los medios 100 por ciento digitales.
La audiencia ante la llegada de las famosas y lamentables fake news, ha volteado en su gran mayoría a los medios tradicionales en la búsqueda de contenidos reales y verificados, lo que según casas encuestadoras ha terminado por crecer las audiencias de éstos muy por encima de otras ofertas como portales nacidos 100 por ciento digitales.
Pero además hemos modificado la manera en la que se consigue la información y nos ha obligado además a generar contenidos, como se lo expuse anteriormente, no solo atractivos sino también útiles echando mano de todos los recursos que hoy la tecnología permite y que en cualquier otra época apenas 10 años atrás eran impensables.
El cúmulo de recursos que ofrecen portales de instituciones de prestigio, aunado a los medios como los teléfonos móviles, tabletas o computadoras han borrado las fronteras y estamos más cerca hoy de Wuhan, que nunca. Ruedas de prensa virtuales, entrevistas por videoconferencia, ausencia en físico y presencia en lo virtual es algo que jamás habría imaginado hace 20 años.
Nos hemos adaptado a esta nueva etapa, pero de algo puede estar seguro, el compromiso es el mismo hoy y siempre, porque la noticia manda, y la información debe ser confiable, hoy en tiempo real y minuto a minuto.
miguel.puertolas@milenio.com