La iglesia y el abuso sexual infantil

León /

El abuso sexual infantil es uno de los delitos más comunes, pero que pocas veces se denuncia principalmente porque las víctimas, niños inocentes, se llenan de temor infundido por sus victimarios, también debido a que quienes cometen el delito, son esencialmente personas de confianza tanto para los menores como para la familia de éstos, quienes por vergüenza o temor terminan incluso por ser encubridores o mínimo partícipes por omisión.

Según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), México tiene el primer lugar, a nivel mundial, en abuso sexual cometido en contra de menores de 14 años, a los que se suman otras agresiones como violencia física y homicidio, se estima que unos 4 millones de menores de edad han sido víctimas de abuso sexual, lo más grave es que sólo el 2 por ciento de los casos se denuncia. Agregue a ello que de acuerdo al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), México es de los países que menos invierte en combatir este crimen.

En Guanajuato, la situación es bastante delicada pues según el "Diagnóstico cuantitativo sobre la atención de la violencia sexual en México" más del 90 por ciento de los delitos sexuales que cuentan con una carpeta de investigación no llegan a tribunales y el 99 por ciento de las víctimas que denuncian no reciben atención. Se sabe por ejemplo que entre el 2010 y 2015, se registraron 7 mil 818 averiguaciones previas por delitos sexuales, pero el Poder Judicial dice contar en ese periodo solamente con 746 expedientes.

Tal grado de impunidad ha llevado a que se presenten en México niveles preocupantes de abuso por parte de sacerdotes que en la mayoría de los casos hasta que no se registra un escándalo no se actúa en contra de ellos, dejando de manifiesto cofradías que encubren estas aberraciones.

Recordemos el caso del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, que desató un escándalo de proporciones mundiales en la Iglesia Católica cuyo epicentro fue precisamente nuestro país, sí, en donde la impunidad permitió que Maciel se fuera de este mundo sin pagar por los delitos por los que se le acusó.

Pasaron varios años para que se actuara por ejemplo en Guanajuato contra el ex vocero de la Arquidiócesis de León, Jorge Raúl Villegas Chávez, acusado en Irapuato por abuso sexual presuntamente contra cinco mujeres adolescentes de entre 14 y 15 años.

Tras una lucha por parte de los ofendidos se logró que hoy Villegas Chávez se encuentre ante la justicia, urge que la Iglesia sea más enérgica con sus prelados, pero más urge que la impunidad que reina el país se termine antes de seguir destruyendo vidas de inocentes.

miguel.puertolas@milenio.com

  • Miguel Ángel Puértolas
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