Entramos a los últimos días de noviembre y prácticamente a la recta final de este 2024, a un mes justo de la Navidad cuyo ambiente comenzó a sentirse con mayor intensidad esta semana en las casas, las calles y los centros comerciales.
Si bien algunos comercios adelantan por mercadotecnia la venta de artículos navideños, en algunas ocasiones desde agosto, la realidad es que pasando el “Buen Fin” empezó a oler a festividades navideñas por doquier y mucha gente aprovechó para anticipar sus compras.
Para muchos es una de las épocas favoritas del año, para otros representa el pago de los aguinaldos y lo que ello conlleva, unos más ven el cierre administrativo y financiero anual, en tanto hay quienes también se sienten ajenos e incluso evitan o tienen animadversión por las fechas. Depende mucho de usos y costumbres, tradiciones y el calendario convencional, así como el estado anímico, el contexto personal y las condiciones de cada persona.
Independientemente de la connotación que cada uno le demos, en lo que coincide casi todo el mundo es que son semanas de mayor consumo, compras, comidas e incluso ingestión de alcohol y drogas, so pretexto de las fiestas decembrinas.
Por ello cada año seguiré en el empeño de dar un mensaje de prevención para procurar vivir estas semanas en paz, en armonía y sin excesos, por supuesto cuidando nuestra salud e integridad física, mental y espiritual.
Este mes, el pasado día 15, se conmemoró en nuestro país el “Día nacional contra el abuso del alcohol” y en algunas ciudades de la República ya se dio un banderazo para un diciembre seguro, así como el cuidado y la protección del aguinaldo, con lo que arrancan de una u otra forma, afortunadamente, las campañas de prevención.
En mi experiencia personal y profesional, además de las cifras oficiales que lo avalan, en México se disparan los accidentes de todo tipo, muchos de ellos letales, producto de la temporada, entre las fiestas, el alto consumo de alcohol y drogas, las riñas derivadas de los excesos, los choques vehiculares, en algunos casos la violencia familiar y en otros muy concretos como consecuencia del estado anímico de la época se presentan suicidios relacionados con estas fechas.
Sea cual sea la tradición personal o familiar para esta temporada, deseamos que cada uno la vivamos en consciencia y con responsabilidad para evitar noticias trágicas, accidentes o malos ratos y le demos la prioridad a la paz, la armonía y un saldo blanco.