Los otros jóvenes

Puebla /

Hace días en uno de mis tantos grupos de mensajería celular un amigo comentaba que la asesoría para los próximos pensionados en sus diversas modalidades, parece ser un negocio de moda.

Siempre ha estado de moda, comenté, aunque ahora ya toca a nuestra generación ocuparnos en ello y lo tenemos muy presente. Como cuando quieres comprar unas persianas y descubres que en tus trayectos habituales hay tiendas que nunca viste, hasta tener la necesidad.

Y es que ahora hay un grupo de nuevos jóvenes, los de la juventud acumulada, que demográficamente está cambiando el sistema poblacional por sus características y su mayor esperanza de vida.

Ahora existe incluso una clasificación para los mayores de 55 años hasta 65, denominada “mediana edad” que antecede a la vejez.

También ha surgido un término llamado “sexalecencia” que engloba a las personas entre 60 y 70 que viven con una energía y entusiasmo comparables a los de la adolescencia, que se distinguen por realizar actividades físicas, en ocasiones de alto rendimiento, además de procurar una sana alimentación y una vida que despierta su crecimiento espiritual.

Somos los que tenemos 56/57 o los que cada uno acumule de, en inglés, “years young” (años de juventud), muy diferentes a los anteriormente llamados chavorrucos que pretenden comportarse como jóvenes sin aceptar su condición adulta.

La diferencia está en que los de la sexalecencia y la mediana edad asumimos nuestra edad con dignidad, no ocultamos nuestros años ni nuestras historias, aunque gracias a Dios gozamos de la energía para hacer del bienestar saludable una forma integral de vivir que es una gran medicina preventiva.

Cultivar la espiritualidad no como religión sino como relación con Dios como cada quien lo entienda, cuidar el físico no por vanidad sino por salud o mantenimiento para seguir siendo autosuficientes y, ser selectivos con la comida sin perder el placer por una buena degustación, como la mejor manera de darle insumos sanos a nuestro organismo.

Somos los otros jóvenes que además debemos tener sabiduría o experiencias acumuladas que tanta falta les hace a nuestras generaciones posteriores.


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