Este lunes escribo sobre un movimiento que me ha parecido maravilloso y que nomina el 4 de marzo como el “Día mundial contra la Gordofobia” en lugar del “Día mundial contra la obesidad”. Se trata del enfoque con el que trabaja el movimiento Salud En Todas las Tallas (HAES por sus siglas en inglés).
Descubrí y me puse a investigar sobre este enfoque de la salud que me parece muy congruente, gracias a las redes sociales de Raquel Lobatón, nutrióloga por la Universidad Iberoamericana y educadora en diabetes por la UNAM. En su comunicación digital es un gran aporte a la salud, revolucionaria que por supuesto recibe críticas por su modelo y que sabe poner límites a quienes intentan agredir sin fundamento.
Raque Lobatón se auto define como nutrióloga incluyente, educadora en diabetes, proveedora de confianza corporal que trabaja bajo la filosofía de Salud en Todas las Tallas y el modelo de Alimentación Intuitiva, además de ser creadora del concepto de Nutrición Incluyente.
Como especialista en adicciones y coach en bienestar integral en muchas ocasiones hago acompañamiento terapéutico a personas que presentan rasgos o incluso trastornos de la conducta alimentaria, refiriendo la parte de nutrición clínica a un profesional de la materia, igual que si presentara algún tema médico de otra naturaleza lo pongo en manos de especialistas.
Así que en la parte psicoterapéutica me ha tocado acompañar a personas que presentan estas condiciones, cuyas causas en muchas ocasiones son similares a las de la adicción. También como promotor deportivo y coach fitness trabajo en la parte de la mentalidad y la actitud de la persona, independientemente de su salud física que corresponde a los especialistas en el tema.
Por si fuera poco, cuento con mi propia experiencia de vida que incluye episodios de rechazo corporal entre los 10 y 14 años porque era un niño “panzón” y “gordito” fuera del estereotipo aceptado socialmente y que solía ser sinónimo de “flojo” y que en muchas circunstancias era discriminado consciente o inconscientemente.
Navegando por las redes sociales, desde el primer video de Raquel Lobatón, si bien me pareció confrontativo, me permitió escuchar por primera vez algo que siempre había tenido en mente pero que nunca había podido ponerle las palabras precisas como ella lo hace: la salud no es un sinónimo de peso o de talla.
Efectivamente, después de ser un adolescente gordito, a los 15 años decidí modificar mi figura, inspirado en los personajes de los 70’s y 80´s del cine, incluyendo a Arnold Schwarzenegger y a Sylvester Stallone. Solía salir a correr en las madrugadas, comerme huevos crudos, hacer abdominales, lagartijas y dominadas como el famoso Rocky de Philadelphia. Además de dejar de comer y, sin ningún tipo de asesoría, simplemente restringir todas las calorías posibles en mi alimentación que se limitaba a pollo, lechuga, atún y algún batido.
A pesar de mi historia posterior de alcoholismo de la que hemos hablado en este espacio en varias ocasiones, el deporte jugó desde entonces, hace poco más de 40 años en mi vida, un rol sumamente importante.
Por ello el enfoque de Lobaton me cayó como anillo al dedo y suscribo sin lugar a dudas muchos de sus postulados, sobre todo los que tienen que ver con el rechazo a la generación de estereotipos comerciales basados en figuras, pesos y tallas específicas, como los que promueve la industria de los suplementos alimenticios que están llenos de engaños y fantasías.
Por supuesto que una persona con lo que algunos le llamarían “sobre-peso” puede estar completamente sana en su metabolismo y en su sistema endocrino, mientras que un corredor delgado puede tener altos índices de colesterol y otras patologías. Eso lo he podido constatar a lo largo de mi vida y el contacto con atletas de todo tipo de deportes.
El modelo de Salud En Todas las Tallas es asertivo porque rompe el mito de que el peso y la talla son indicadores de salud. Si esto fuera verdad, ¿por qué hay tantas muertes en el físicoconstructivismo, mi actividad física favorita? ¿Porque ninguno de los “influencers” fitness o los entrenadores en línea que hoy están de moda en las plataformas digitales te revelan el uso de esteroides y hormonas que se usan y sólo te ofrecen planes alimentarios y rutinas genéricas con algunos tests y cuestionarios sin analizar tu salud?
Raque Lobatón es puntual cuando explica que no existe ninguna intervención de ninguna naturaleza que te permita mantener el peso perdido, de forma permanentemente, y que éste regresa a la persona en un periodo de dos a cinco años por lo que es preferible cambiar el enfoque de las dietas restrictivas por el de la “Alimentación Intuitiva”.
También pone el dedo en la llaga de la mercadotecnia médica al cuestionar los efectos secundarios de las cirugías bariátricas o gástricas que finalmente son procedimientos después de los cuales se vive condenado a seguir una alimentación restrictiva. Igual que lo son todos aquellos retos que buscan vender “fórmulas mágicas” o suplementos “milagrosos”.
Además de todos estos conceptos con los cuales comulgo, cuando promuevo retos personales, como el que vivo en este momento, lo hago basado en un equilibrio cuerpo, mente y espíritu, sin vender nada, más que el hecho de construirnos continuamente cada uno a su capacidad y objetivos, en los que el cambio de peso y figura se da solo por añadidura a la transformación interior basada en la salud.
Por ello aplaudo uno de los pilares del encuadre que aplica Lobatón como es el respeto y la inclusión de los cuerpos de todas las tallas y pesos, por el simple hecho de ser humanos, dignos de ser amados, aceptados y reconocidos, sin ningún tipo de discriminación o prejuicio.
¡Bravo! Todos somos dignos de lograr una salud integral sin importar la forma o características de nuestros cuerpos. Cambiemos el estigma, cambiemos de visión. Finalmente como publicó Lobatón en un post: “La vida es eso que nos pasa mientras vivimos a dieta” (@raquelobaton)
Por Omar Cervantes Rodríguez