Entramos al noveno mes y al último tercio del año y es una invitación a creer que septiembre estará lleno de bendiciones y de victorias, si tenemos la disposición para permitirlo.
Muchas veces en las redes sociales veo frases entre “memes” o chistes y reflexiones que me dejan pensando y ayer leí una que decía algo así como “ánimo te quedan cuatro meses para lograr tus propósitos de año nuevo”.
Parece broma pero puede ser anécdota. Para algunos, esos buenos deseos de diciembre quedaron en el olvido y aún hay una última oportunidad para ponerlos en marcha y lograr al menos uno, en la recta final del año, en el mes de la transformación donde los árboles y las plantas se mudan durante el otoño de lo que fue el verano a lo que será el invierno.
En nuestro país septiembre es un mes de mucho colorido y fiesta por las celebraciones patrias que son de las más importantes del año, además de que hacia finales del verano comenzamos a ver los maravillosos paisajes del otoño y sus significados de renovación y transformación.
Para los que tuvimos el privilegio y la bendición de Dios de llegar a este plano terrenal en el noveno mes del año es motivo de gratitud y gozo porque se cierra un ciclo más en nuestras vidas, con todos los simbolismos que trae una fecha de esta naturaleza.
Cuando me disponía a elegir el tema y el título de este artículo me pasó por la mente la frase “estar dispuesto a triunfar” después de leer la reflexión para mañana de los alcohólicos anónimos a propósito de una persona que recayó después de estar en recuperación, por el simple hecho de que no estaba dispuesto a creer en nada y tampoco creía que su vida estaba bien tras dejar de beber.
“‘Tú no tienes que creer. ¿No estás dispuesto a creer que hay una razón para tu vida, aunque tú no sepas cuál es o que algunas veces no sepas cómo comportarte?’ Cuando vi lo dispuesto que estaba a creer que había una razón en mi vida, entonces podía empezar a trabajar en los pasos. Ahora, cuando empiezo con ‘estoy dispuesto…’, me valgo de la llave que me conduce a la acción, a la honestidad y a la receptividad a un Poder Superior que se mueve en toda mi vida”, dice la reflexión de AA para este lunes 2 de septiembre.
¿Y si cambiamos el verbo creer por triunfar? Entonces la frase diría que estuvimos dispuestos a triunfar y con ello viene la llave de la acción que nos lleva a la victoria.
A veces es tan simple cambiar nuestra vida al solo modificar nuestros pensamientos y transformar nuestras creencias limitantes en frases poderosas positivas, profetizando con fe por todo aquello en lo que creemos.
Muchas veces la vida nos pone retos que creemos muy difíciles de cumplir hasta que llegamos al convencimiento de que si Dios los está poniendo delante de nosotros es porque Él nos acompañará.
Así como Moisés y Gedeón se sentían incapaces de enfrentar a los poderosos enemigos y fueron elegidos para que Dios obrara en ellos, según narra el antiguo testamento, así muchas veces debemos creer que no estamos peleando con nuestras propias fuerzas sino con las de Él.
Lo único que se nos pide es estar dispuestos a triunfar con esa fuerza sobrenatural y en humildad reconocer que no debemos jactarnos de autosuficiencia.
Yo hago lo mío y dejo que Dios se encargue de los resultados, es una gran fórmula no solo para alcanzar la victoria sino para vivir en paz.
Así que deseo que cada uno de nosotros estemos llenos de victorias y avance en este mes de septiembre, mientras tratamos de construir nuestras mejores versiones.