Más allá de las dificultades y sospechas respecto al proceso de inscripción de aspirantes a la elección judicial de 2025, las plataformas de registro de los tres poderes de la unión captaron más de 40 mil solicitudes, lo que se observa ya como un triunfo para la presidenta Claudia Sheinbaum y para su operador en esta tarea, el ministro en retiro, Arturo Zaldívar.
El reto ahora para los Comités de Evaluación es generar un filtro de estos abogados que legitime en su totalidad la reforma judicial, asegurando que los nombres que lleguen a las boletas no conviertan a los comicios en un reparto de las posiciones judiciales entre los grupos políticos. De hecho, una simple revisión a la lista de aspirantes registrados podría apuntar a ese escenario.
Entre los nombres anotados para cargos de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o de magistrados del Tribunal de Disciplina, se encuentran muchos ligados a liderazgos de Morena; incluso, algunos vinculados con el ex presidente Andrés Manuel López Obrador.
En este último caso están aspirantes como la queretana Celia Maya, su amiga personal, que compitió en todas y cada una de las ternas que AMLO integró para elegir ministros en el antiguo sistema; terminó el pasado sexenio como integrante del Consejo de la Judicatura Federal —también con el impulso del otrora Presidente— y ahora apunta a desempeñar una función similar como magistrada del nuevo Tribunal de Disciplina. También se ven entre los inscritos a la Corte a los enviados de la ex ministra Olga Sánchez Cordero, en específico, a su hija Paula María García Villegas y a su colaborador Ricardo Peralta Saucedo. Martí Batres quiere que su colaboradora Bertha Galeana acompañe como ministra a su hermana Lenia, y el diputado Ricardo Monreal impulsa a su incondicional jueza Bertha Alicia Ochoa hacia el Tribunal de Disciplina.
Naturalmente, también los grupos de oposición y empresariales impulsan a sus propios cuadros, por lo que no habrá que perderle la pista a aspirantes como Roberto Gil, Marisela Morales, Dora Alicia Martínez y Ramón Neme Sastré.
Palabras clave
Entre los retos legitimadores que se presentan para los Comités de Evaluación está el de dar cumplimiento al criterio de paridad: en las inscripciones, los hombres superan a las mujeres en una proporción de dos a uno.