Con la FIL me sucede lo mismo que me pasaba de niño con la Navidad: la espero con ansias locas a lo largo del año, comienzo a sufrir antes de que termine y siempre quedo inconforme con los regalos recibidos, porque nunca son todos los que quisiera tener.
Probablemente un psiquiatra diría que lo mío es una compulsión que debería atender cuanto antes. Mientras mi insatisfacción se relacione con la necesidad de escuchar todas las presentaciones de libros y conferencias que me quepan en los oídos, acuda como oyente o hablante a los conversatorios que pueda o tenga oportunidad de encontrarme y saludar a gente querida, seguiré postergando mi visita al psiquiatra. Me declaro FILadicto.
De los talleres infantiles hay dos que me resultan interesantes: en Aves Viajeras, a través de la poesía, “las niñas y niños descubrirán a las aves migratorias de Nuevo León, construirán un vecindario donde las aves puedan encontrar alimento, agua y un espacio para descansar”. Colores del Mundo está dirigido a generar una mayor conciencia “acerca de la diversidad de personas que viven en el mundo, así como la diversidad de especies con las que cohabitamos, para reconocernos como una gran familia en este hogar llamado Tierra”.
Como siempre me sucede, viviré el dilema de tener que decidir entre una y otra presentación de libros, porque algunas se realizarán de manera simultánea. En lo personal me interesaría escuchar a Mónica Castellanos cuando hable de Carbón rojo. Karina Vaquera y su Tiempo de mujeres, es imperdible. Sería una pena no asistir a la conversación sobre Un montón de escritura para nada, de Sara Uribe, o a la de No soy un robot. La lectura y la sociedad digital, del brillantísimo Juan Villoro. Sin duda, será una delicia escuchar a Mariana Morfín presentando Ya no quiero ser valiente, a nuestra querida María de Alba con Todo lo que no sabemos y al buen Martín Solares con su Cómo vi a la mujer desnuda cuando entraba al bosque.
En lo que a mí respecta, tendré la fortuna de presentar el libro Sin participación no hay democracia, de mi amigo Felipe de Jesús Balderas. Si eso augura el título, ¡imagínese cómo va a estar la discusión! Le esperamos el 2 de octubre a las seis de la tarde en el estand del Tec de Monterrey. ¡Por favor, no se lo pierda!