Sobre representación o no en el congreso. ¿El valor de los votos a conveniencia? ¿La interpretación de las leyes (Constitución o Ley general de instituciones y procedimientos electorales) igual?
Las distorsiones o los acomodos a conveniencia de unos o de otros, que nos llevan a dos realidades. El juego perverso de interpretar nuestra voluntad electoral para adivinar lo que queremos o les autorizamos los mexicanos, y no hablamos de uno o de otro partido, ni de una u otra coalición.
¿Qué ley prevalecerá? ¿Dónde quedaran las minorías y la supuesta defensa que originó el acordar no más del 8% de sobrerrepresentación?
Vaya debate, el INE pretende otorgar a Morena y sus aliados, con derecho al 54% de representación, un 74% de curules, con total libertad para hacer reformas constitucionales sin cortapisas.
54.7% de los votos. ¿Cómo se alcanza entonces un 74.6% de las curules, mientras con el 41% de los votos de la oposición, solo alcanzarían el 25%?
Vaya debate. ¿Qué definirá el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, luego de recibir la composición del congreso por parte del INE? ¿Cómo impactara ello en la vida democrática de México, en su futuro?
¿Llegará esta disputa a la Suprema Corte de Justicia?
¿Dónde quedará aquella tesis, promovida por la ministra ponente Olga Sánchez Cordero en 2008, entonces apoyando al PRD de López Obrador, en donde establecía que la interpretación de los límites de sobrerrepresentación electoral no debe limitarse al texto literal, sino a los fines y objetivos que se persiguen con el principio de representación proporcional y al valor del pluralismo político que tutela?
La tesis jurisprudencial fue aprobada unánimemente, hoy pareciera que las cosas son a conveniencia.
¿Quién pone orden en la casa?