Apertura a la participación

Ciudad de México /

La participación es un principio social según el cual los ciudadanos, ya sea individual, ya sea agrupados, son impulsados a contribuir a la vida de la comunidad en los diversos campos, incluido, naturalmente, el político. Se constituye incluso como un deber a cumplirse responsablemente en vistas del bien común. Sin embargo, la participación se enfrenta a diferentes obstáculos para llevarse a cabo adecuadamente.

Un primer obstáculo a la participación lo constituye la falta de conciencia de los mismos ciudadanos. Por diversos motivos se consideran los asuntos de la comunidad como algo ajeno a la propia vida. Tal vez la crónica falta de formación cívica incida en la apatía relativa a las cosas comunitarias, o una cierta indolencia e individualismo. Pero, en otras ocasiones pueden hallarse realidades más complejas, difíciles e injustas, como el caso de quien está impedido de participar porque ante serias dificultades socioeconómicas, tiene que ocuparse de conseguir la propia subsistencia o la de la familia y se encuentra en una situación de marginación.

Existe sin embargo otra causa, una que impide la participación desde los altos niveles del poder. En efecto, cuando quien detenta el poder, sobre todo político, y está empeñado en sus propios proyectos considerando cualquier otra alternativa u opinión distinta a la suya como producto de la perversidad de sus enemigos (a los que se suele referir como enemigos del pueblo), buscará emplear el poder que posee para desalentar la participación y descalificar a quienes osen contradecirlo en vez de buscar vías de diálogo.

En el "Compendio de doctrina social de la Iglesia" encontramos en efecto que "en el ámbito de la participación, otra fuente de preocupación proviene de los países con regímenes totalitarios o dictatoriales, en los que se niega el derecho a participar en la vida pública porque es considerado una amenaza contra el Estado".

En nuestro país tenemos que alentar la democracia como un camino para ir resolviendo la multitud de retos que enfrentamos. Esto significa varias cosas, a mi modo de ver, una es la promoción de la conciencia cívica de todos, de modo que se comprenda que el bien común no se alcanza sin ella. Otro trabajo importante es la colaboración para que la justicia y la equidad alcancen cada vez a más mexicanos. Por otro lado, es capital que cuando se presenten tendencias o inclinaciones al totalitarismo, con mayor convicción los ciudadanos se decidan a participar.

Pedro Miguel Funes Díaz
  • Pedro Miguel Funes Díaz
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