Cuestiones económicas

Edomex /

A principios del año 2018 fue publicado un documento elaborado por dos dicasterios de la Santa Sede, el de la Doctrina de la fe y el del Servicio para el desarrollo humano integral. El documento se llama en latín “Oeconomicae et pecuniarieae quaestiones”, que en español se traduce como “Las cuestiones económicas y financieras”, cuyo propósito es ofrecer una reflexión ética sobre el sistema económico y financiero actual. No se trata por lo mismo de una propuesta de soluciones técnicas, sino de señalamientos que tocan la conciencia acerca de las decisiones relacionadas con la economía y las finanzas.

Se destaca primero la influencia de los mercados en el bienestar de la humanidad y se advierte que el sistema económico y financiero necesita un fundamento ético sólido. Si ha aumentado por una parte el bienestar económico, quedan, sin embargo, muchas desigualdades entre los países y dentro de ellos. Se necesita ante todo que la economía sirva al ser humano y no a la inversa.

El documento señala varios puntos básicos: 1) Toda actividad humana, incluida la económica, debe guiarse por una ética que respete la dignidad humana y promueva el bien común, ya que la persona humana, que es esencialmente relacional, no puede medir el bien solamente en términos materiales. 2) Ciertamente los mercados son herramientas útiles, pero necesitan normas y principios éticos para evitar los abusos, como la llamada especulación financiera. 3) El crédito es importante para el desarrollo económico, pero se debe evitar el mal uso del mismo. 4) Las empresas deben adoptar una cultura de responsabilidad social.

Sobre el contexto actual, primero aboga por una mejor regulación de los mercados financieros y mayor transparencia en ellos, lo que podría favorecerse por medio de comités de ética dentro de las instituciones. Considera, en segundo lugar, que el “Shadow banking” (el conjunto de actividades financieras que se realizan fuera del sistema bancario tradicional) y los paraísos fiscales pueden ser problemáticos debido a su falta de regulación. En tercer lugar sostiene que es necesario atender el problema de la deuda pública que puede llevar a serias crisis sociales. Finalmente, en cuarto lugar exhorta a un consumo y ahorro responsables, recordando que cada decisión económica es también un acto ético.

El documento concluye con un llamado a la esperanza y a la acción. Aunque el sistema financiero parezca abrumador, cada persona puede contribuir a un cambio positivo a través de decisiones éticas y responsables.


  • Pedro Miguel Funes Díaz
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