Documentos sociales III

Ciudad de México /

La necesidad de renovación ante el mundo cambiante

Recordando las aportaciones de Pablo VI en la "Populorum progressio", el papa Juan Pablo II escribió, en 1987, la encíclica "Sollicitudo rei sociallis", con la idea de subrayar la "continuidad de la doctrina social junto con su constante renovación". Añadía que "en efecto, continuidad y renovación son una prueba de la perenne validez de la enseñanza de la Iglesia". Este es un punto clave para el entendimiento de estas enseñanzas, porque por una parte se apunta a la necesidad de salvaguardar las cosas perennes, es decir, aquellas que son durables y permanentes, y por otra la necesidad de renovación, ya que el mundo es cambiante.

En la "Sollicitudo rei sociallis" Juan Pablo II además de recordar la importancia de lo que había dicho su predecesor, ve el panorama del mundo de esos momentos y hace notar lo que significa el verdadero desarrollo humano, interpretando la situación a la luz de la teología, ofreciendo algunas orientaciones particulares. Subraya especialmente los principios del destino universal de los bienes, de la solidaridad y de subsidiariedad.

Con ocasión del centenario de la "Rerum novarum" Juan Pablo II publicó, en 1991, la encíclica "Centesimus annus", en la que comienza resaltando los beneficios que significó aquella encíclica para la reflexión sobre los problemas sociales. Pero no se queda en una consideración histórica, sino que afronta el tema de las "cosas nuevas" de hoy y, especialmente, toca la cuestión de los grandes cambios que se dieron en el año 1989, que fue el año de la caída del muro de Berlín y de otros acontecimientos importantes. Toca además los temas de la propiedad y del destino universal de los bienes, así como el del Estado y la cultura, finalizando con una reflexión sobre el hombre como "camino de la Iglesia".

De Benedicto XVI destaca en especial su encíclica "Caritas in veritate", del año 2009, sobre el tema del desarrollo humano, donde reflexiona acerca de la caridad como "la vía maestra de la doctrina social de la Iglesia", que tiene que ser entendida rectamente y no solamente como buenos sentimientos, por lo que la relaciona íntimamente con la verdad.

Para concluir esta lista, mencionamos la encíclica "Laudato si", y la "Fratelli tutti", del papa Francisco. La primera, del 2015, sobre la cuestión ecológica, donde ofrece una fundamentación teológica muy sólida a su propuesta para el cuidado de la tierra. La segunda en la que propone que unas relaciones políticas sanas deben apoyarse en la fraternidad entre personas y pueblos.


  • Pedro Miguel Funes Díaz
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