La política es una ciencia y una técnica, y en los dos ámbitos es la práctica de conocimiento acumulado y la generación de consecuencias. Así lo hemos visto, por ejemplo, desde 2018, cuando el gobierno experimentó un giro administrativo (técnica), con evidentes efectos en las políticas públicas y la vida social, tal como puede entreverse en el proyecto de presupuesto para 2025.
En igual proporción, estamos siendo testigos del desarrollo de las políticas públicas en el Estado de México. Con un giro hacia el favorecimiento de programas de transferencia directa de dinero, las políticas de la administración estatal tendrán resultado en el desarrollo de diferentes indicadores asociados al estado de bienestar general de la sociedad. No es ocioso recordar aquí algunos: disminución de enfermedades crónico-degenerativas, incremento de consumo alimentario saludable, disminución de accidentes vehiculares, mejoramiento de la eficiencia terminal de escolares en todos los niveles educativos… todos, expresiones de una sociedad en franco desarrollo humano.
¿Está a la altura de este reto el actual gobierno del Estado de México? Recordemos que hablamos de los poderes públicos y sus políticas de desarrollo en los más variados temas: educación, seguridad, salud, vivienda y democracia, expresada esta en el ejercicio pleno de libertades y responsabilidades directamente enfocada a la integración social y el igualamiento de oportunidades. Es decir, una responsabilidad compartida significativa que abarca el poder público y la participación social, bajo el amparo de las leyes y el derecho.
Ahora lo reitero entonces de esta manera: ¿estamos preparados para enfrentar los retos que tenemos enfrente? Una sociedad tiene la obligación de observarse y mejorar o corregir sus conductas, en función del beneficio colectivo. Los gobiernos de los niveles federal, estatal y municipal tienen también ese imperativo constitucional, de ahí que la suma de esfuerzos, enfocados a cumplir objetivos en la dirección del rumbo que tales gobiernos establecen, sea también compartida, corregida y mejorada.
Las preguntas son pertinentes, y se nos dirigen por la misma sociedad a la que pertenecemos.