Gran expectación causó la primera temporada de TGL, la nueva Liga de golf que se juega dentro de un estadio donde se le pega a una pantalla en la que simulan varios hoyos diseñados de manera artificial. Una vez pagados los tiros de salida se juega a un green, que se mueve de diferentes maneras y pegan también desde trampas de arena reales y además pueden chipear alrededor del green.
Seis equipos de cuatro jugadores con varios de los mejores golfistas del PGA Tour juegan a eliminarse de forma directa y de esta forma poder llegar a una final. El proyecto tuvo que retrasarse todo un año, debido a que un huracán destruyó el techo y la mayor parte del SoFi Stadium, que es la sede de esta Liga, con capacidad para 1,600 espectadores. Se juega todos los martes durante dos horas, en horario prime time por televisión.
La idea original viene de dos grandes amigos: Tiger Woods y Rory McIlroy, quienes obviamente tuvieron una gran capacidad de convocatoria entre los profesionales y la realidad es que se habló desde un principio que sería un espectáculo hecho para que Tiger, de 49 años, pudiera hacer gala de su juego, sin que tuviera que caminar cuatro rondas de golf.
La última vez que Tiger participó en un torneo fue en la pasada edición del Open Championship, poco después se volvió a someter a una operación más de espalda. En diciembre jugó el PNC Championship con su hijo, donde jugó solo dos rondas y en carrito. Estaba anunciado que jugaría en el Genesis, torneo en el cual es el anfitrión, pero tuvo que retirarse debido a la muerte de su madre Kutilda hace menos de un mes.
Hoy, Tiger y su equipo, los Jupiter Links Golf Club, han sido eliminados muy temprano en la primera temporada. Al final declaró que solo había jugado dos veces desde el fallecimiento de su madre. La realidad es que cada vez será más difícil poder ver a Tiger como estábamos acostumbrados. Está por cumplir 50 y su cuerpo ha pasado por casi 20 operaciones, de las cuales aún no han podido sanar.
Todavía le queda una oportunidad de jugar el Players como campeón del Masters en 2019. Veo muy complicado que pueda jugar antes de Augusta, el lugar en donde se siente más en casa y donde siempre tendrá la oportunidad de lamer esas heridas.