¿Cómo surgió la OPEP+ en 2016?. En la reunión número 171 entre las naciones que conforman la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en Viena, Austria, fue cuando surgió esta alianza que no es política, ni ideológica, mucho menos bélica, sino que fue de índole económica-energética.
Se creó porque tenían que controlar a un objetivo en común, Estados Unidos, país que incrementó de manera acelerada su producción de hidrocarburos en solo 8 años, causando una distorsión en el mercado de compra-venta de crudo.
El país norteamericano producía en 2008 alrededor de 5 millones de barriles diarios de petróleo, mientras que su demanda era de 19.7 millones, es decir que dependía totalmente de la importación y se sujetaba a los precios de naciones que formaban parte de la OPEP.
Para ese entonces, Rusia y Arabia Saudita tenían una producción de 9.2 y 9.4 millones de barriles diarios, ósea que aportan 26 por ciento de la extracción mundial mientras que Estados Unidos 7 por ciento.
Por ello, la administración del entonces presidente George W. Bush creó una política pública para perforar, estudiar y explotar formaciones de shale (hidrocarburos de baja permeabilidad).
¿Cuál era el objetivo? Disminuir la importación para sus refinerías e influir en el precio mundial, porque eso permitiría ofrecer combustibles más baratos a sus ciudadanos. Así fue como en 2015 lograron tener un promedio de 12.98 millones de barriles de crudo diario.
En este proceso de incremento de extracción, invirtieron en sus refinerías, adaptando su tecnología para procesar crudo ligero que sacaría de las formaciones de shale y con ello tener más gasolina y diesel de ultra bajo azufre.
Con estos resultados, Estados Unidos se había convertido en el primer productor mundial de crudo llegando a pesar 17 por ciento, esto fue tomado por Rusia y Arabia Saudita como una amenaza, también por naciones que gran parte de sus finanzas públicas dependen de las exportación de crudo.
Por esto surge la OPEP+, porque tiene como misión crear un bloque de países exportadores de crudo para no dejar que Estados Unidos defina el precio. Este club es encabezado por dos naciones: Arabia Saudita como representante de la OPEP, mientras los que no están en la organización original son encabezados por Rusia.
Ahora en 2022, la batalla de la OPEP no está centralizada en poder ayudar a los países que dependen de comprar crudo o exportar, ni el control del mercado actual, es mantener a raya a una economía que influye en el mundo al hacer transacciones financieras, comerciales e inversiones en dólares.
Pero tener a Estados Unidos fortalecido no conviene a muchos ante la pérdida de valor de su moneda, por tal motivo la única herramienta que países como Arabia Saudita y Rusia pueden tener es incrementar el precio de barril, para que afecte en forma directa en el costo de los combustibles en el mercado estadounidense.
Recordando que la economía norteamericana no depende de las exportaciones de crudo como ingresos directos como Rusia, sino de los impuestos que se pagan en toda la cadena de hidrocarburos desde la extracción, transformación y comercialización de petróleo y gas.
Entonces ¿por qué disminuyeron a 2 millones de barriles la producción de crudo?, Pues para reducir la brecha física que algunos de los países de la OPEP+ no pueden aún llegar, generando una distorsión de incertidumbre en el mercado.
Al hacer esto ayudan a cerrar en papel que los 3 millones de crudo que tenían de diferencia con la demanda a solo un millón, indicando con eso que la demanda no se recupera y ante una recesión, no es bueno para el mundo producir mucho en estas circunstancias.
Ante esta situación, Estados Unidos tiene como meta mantener a 13 millones de barriles diarios la producción de crudo para continuar como el primer productor mundial.
Rusia disminuirá por primera vez la venta a Europa, por las sanciones que empezarán en diciembre, reduciendo su mercado a naciones como China e India, debido a los descuentos entre 25 a 30 dólares por barril que es comercializado a estas naciones.
La OPEP+ es un acuerdo de índole comercial y económico, siendo usado por países que dependen de los ingresos petroleros como un medio diplomático para influir en el mercado internacional, y al mismo tiempo afectar en la guerra económica-energética que está llevando en curso a partir de abril de 2022, esto generó como consecuencia alta inflación y posibles recesiones.
*Ramses Pech es experto en energía y consultor en Grupo Caraiva–Grupo Pech Arquitectos