Para Eduardo por estos primeros 16 años
Si el talento en la empresa está desconcentrado, comete más errores y no llega al viernes con ánimo, quizá se deba a que respiran.
El aire contiene emisiones de motores, de la industria, el calor, humo de tabaco y todo lo que los seres humanos exhalan. Lo que respiramos daña y más a “aquellos que son vulnerables debido a su edad o problemas de salud existentes”, explica la OMS, que recomienda exponer y evaluar los riesgos en los mecanismos de transmisión por aire.
La calidad de lo que respiramos toma una nueva relevancia por los casos de covid largo y sus implicaciones. Por ejemplo, está relacionado con la formación de coágulos y esto con enfermedades cardiovasculares.
La mitad de las personas con covid largo tienen encefalomielitis miálgica, relacionada con la neblina mental y una exacerbación de síntomas posesfuerzo, entre otros 200 síntomas, me dijo la inmunóloga Verónica Athie, directora de ConCiencia ECAI, de Mamá Godín, quien promueve y asesora sobre análisis de riesgo y calidad del aire en interiores.
Si bien la OMS declaró el fin de la emergencia sanitaria, fue insistente en que el covid-19 es una amenaza. El virus sigue presente y 80 por ciento de los contagiados es asintomático, pero contagia. Necesitamos entender que cada una de las 22 mil exhalaciones que hacemos al día las compartimos con quienes están a nuestro alrededor.
“El aire que respiras es tan importante como el agua que bebes, y estoy segura que nadie bebería un vaso de agua turbia”, me dijo la inmunóloga.
Además, “en espacios interiores debe haber menos de mil partes por millón de CO2 porque más disminuyen la capacidad de aprendizaje en lenguaje y matemáticas. Mejorar la calidad del aire en interiores previene infecciones respiratorias y también mejora nuestra capacidad cognitiva”, me explicó Verónica.
En México hay 32 millones de personas que sufren fatiga crónica; están cansadas, irritables y menos productivas. La mayoría piensa que es estrés pospandemia, y según ConCiencia ECAI, muchos han visitado entre tres y 10 médicos, gastado entre 5 mil y 50 mil pesos en ese “peregrinaje médico” y muy pocos se sienten mejor.
Por otro lado, tenemos empresas con dificultades para llenar sus vacantes, que padecen la pérdida de talento, la menor capacidad de concentración, la insatisfacción laboral y la falta de autocontrol en los colaboradores. Revisar el aire que respiramos es un camino obvio y sencillo. Dejemos a quienes tienen síntomas que trabajen desde casa o proveamos las mascarillas necesarias, midamos la calidad del aire, ventilemos, tengamos purificadores. Si no queremos hacerlo por la salud, hagámoslo por la productividad y la rentabilidad del negocio.