Hace 52 años en México una mujer necesitaba estar casada para pedir una tarjeta de crédito. Él avalaba que ella pagaría. Hoy, 48.8 por ciento del total de las tarjetas de crédito es de mujeres, “ya no es como en 1973”, me dijo Lyssette Bravo, coordinadora del Comité de Diversidad de la Asociación de Bancos de México (ABM).
Las mujeres pagamos y lo hacemos mejor que los hombres. Banxico mostró que en México sucede lo mismo que en el resto del mundo: las mujeres tienen un índice menor de morosidad que los hombres.
Cerrar la brecha de género ha sido un proceso lento y faltan 134 años o cinco generaciones para lograrlo si no se invierten 360 mil millones de dólares anuales por los siguientes cinco años, según el WEF.
México avanza. Tiene 76.8 puntos de 100 en el Índice Global de Brecha de Género del WEF y ocupa el sitio 33 de 146. El talón de Aquiles está en la participación y oportunidades económicas de las mujeres, ahí ocupa el sitio 109 de 146. Urgen más mujeres económicamente activas y muchas más con un puesto de alto nivel jerárquico.
Busqué a Lyssette porque hoy la ABM reconocerá a cinco mujeres por una trayectoria destacada en la banca. Ellas están en la alta dirección y abrirán la puerta a más en el sector. No es pinkwashing, me dijo Lyssette, hay planes, estrategia y resultados medidos. Por ejemplo, no solo se trata de pensar en las que inician su carrera, también en quienes ya rompieron el techo de cristal, y por eso proponen el Semillero de Mujeres Líderes en Consejos de Administración. “Después de la alta dirección traen sabiduría, experiencia, y desde ABM queremos que participen en otros sectores y no se vayan a su casa a los cincuenta años”, añadió.
El sector financiero en México tiene una participación femenina de 51 por ciento en su plantilla laboral, pero este porcentaje disminuye conforme sube la escalera jerárquica. Para alterar eso se aliaron con sus pares hombres para capacitarse, lograr mentorías, tener masterclasses en nuevas masculinidades, y hasta sensibilizarse sobre la menopausia y la andropausia.
Me emocionó que Lyssette me contara que estas iniciativas y otras como el Comité Interinstitucional para la Igualdad de Género en las Entidades Financieras de Hacienda, no es solo sororidad, sino una visión de lograr talento para el sector que permee hacia sus clientes finales.
Mujeres talentosas usuarias del sector financiero en México y directivas de los bancos pueden revisar los productos financieros con lentes de género y finalmente olvidar a la banca rosa para darnos los seguros, las hipotecas y los créditos que las mexicanas merecemos y necesitamos para crecer. Hay experiencias exitosas en varios sectores para generar diversidad y rentabilidad, compartirlas permitiría avanzar más rápido. ¿Nos empezamos a escuchar? Esto intentaremos en MILENIO Foros la siguiente semana, los invito a acompañarnos.