Toques de queda y llamas vemos en Chile; los ciudadanos sienten abusos en su cartera y bienestar. Están enojados porque: 1. No se cumplieron sus expectativas de pensiones; 2. La salud es muy cara; 3. El transporte público no resultó sustentable o eficiente; 4. La educación no tiene el nivel para ofrecer movilidad social; 5. La corrupción. ¿Suena familiar?
Me enfocaré en la primera queja, la desilusión con las pensiones, porque es lo que permite a una población cada vez más vieja tener bienestar. Hay una oportunidad para quienes queremos pensiones dignas de aprender, asumir lo que puede venir y trabajar. Seamos realistas: el gobierno no tiene muchas opciones que pueda o quiera tomar.
El sistema de pensiones chileno se parece al mexicano con las Afore. Las AFP’s fueron un ejemplo pero es perfectible. Antes de que usted, querido lector, asuma que el lío es que no es público y de beneficio definido, le comparto una opinión de la división laboral del BID: cualquiera de “los sistemas de pensiones de la región están atados de pies y manos, y carecen de mecanismos o instituciones que los guíen de una manera razonable ante el profundo cambio demográfico que se avecina y las crecientes tensiones sociales y fiscales que este conlleva. Esto deja a los gobiernos ajustando el sistema ocasionalmente, hasta llegar a un punto donde las opciones técnicas son muy limitadas y que demanda importantes sacrificios de las generaciones afectadas”.
Lección 1. Los chilenos esperaban una tasa de reemplazo de 70 por ciento ahorrando 10 por ciento mensual. Para lograrlo se debe ahorrar mínimo 15 por ciento. En México aportamos 6.5 por ciento. ¡No esperen más de 20 por ciento de su último ingreso vía las Afore! Para tener más, inviertan otro 10 por ciento de su ingreso, o esperen a que el gobierno reforme y nos obligue a ahorrar mucho más.
Lección 2. El sistema de inversión en Chile es el más flexible en América Latina, pero, explica Consar, “dicha flexibilización tomó demasiado tiempo, cerca de dos décadas”. En México, aunque se ha flexibilizado, necesita más opciones de inversión. Nos estamos tardando.
Lección 3. Hoy uno de cada 10 mexicanos tiene 65 o más años, para 2050 serán tres de cada 10. La expectativa de vida es mayor y la edad de retiro sigue en 65 años. En Chile es más complejo porque, ¡la edad de retiro es diferente por género! Si viviremos hasta los 80 y tantos, no hay pensión que alcance, seguiremos trabajando, y (más vale) aportando. El presidente López Obrador dijo hace unas semanas que no se cambiará la edad de retiro; debemos ahorrar más nosotros.
Molesta que las pensiones no funcionen a jóvenes y adultos, a unos por aportar para sus padres y otros por ver a sus hijos padecerlo. Es urgente aprender de Chile y ver cómo conseguir mayor bienestar y menos dolor en la cartera.
@vivircomoreina