¿Qué hago con mi dinero?, ¿compro o vendo?, ¿dónde estamos parados? Estas son las preguntas que nos hacemos ahora que viene el cierre de año.
A estos cuestionamientos que podrían ser normales, hay que sumarle que hay indicadores económicos mixtos que generan incertidumbre y nervios.
México crecerá 0 por ciento (si es que se le puede decir crecimiento). Mientras, en los primeros nueve meses del año la IED creció 7.8% y la secretaria de Economía, Graciela Márquez, nos dijo que es la mejor cifra para ese periodo desde 2013.
La inflación sigue cercana al objetivo de Banxico, mañana publicará el dato real Inegi, pero un sondeo de Reuters prevé una tasa de 3.08%. El tipo de cambio está estable, pero la confianza del consumidor cayó en octubre un punto en la medición mensual y quedó en 43.9 puntos; en febrero estaba en 48.5.
“Hay una desaceleración que genera pesimismo y la manera en la que debemos enfrentarlo es como una desaceleración”, me dijo Gustavo Cantú, director general de Seguros Monterrey New York Life.
La pregunta clave es: ¿qué puedo controlar?, porque “hay cosas que sí podemos y otras que no”, me dijo Gustavo. “Ninguno de estos factores económicos cambia tus necesidades de protección”. Tiene razón. No importa lo que pasa en China y su relación comercial con Estados Unidos, nosotros tenemos que estar preparados para lo mismo. Incluso si hubiera un magnífico crecimiento en México y la palabra crisis no pasara por nuestra mente, nuestras necesidades de protección son las mismas: el retiro, una (probable) eventualidad médica o un fallecimiento que afecte la economía familiar.
“Hay un reflejo primario cuando tenemos miedo, queremos que nos abracen”, me dijo Gustavo. Esa necesidad de contención, del abrazo, puede venir de tener bajo control nuestras preocupaciones. Las necesidades que menciona Gustavo son preocupaciones: cómo voy a vivir en el futuro, qué pasaría si me enfermara, qué haría mi familia si yo falto...
Para proteger el futuro debemos ahorrar. Hoy 40 por ciento de los mexicanos no ahorra, es preocupante. Gustavo recomienda, además, proteger los ahorros de inflación. Para invertir hay mil y una opciones, desde seguros hasta la Bolsa Mexicana de Valores, en la que se puede invertir vía aplicaciones en el celular y con solo mil pesos.
La elección dependerá, querido lector, de tu perfil y aversión al riesgo. Con esto, más un seguro de vida, se controlan dos de las tres necesidades: la del retiro y un fallecimiento. La otra, la salud, se protege con el sistema de salud vía el IMSS o el Issste o un seguro de gastos médicos mayores.
¿Estamos angustiados? Hay que ocuparnos en resolver lo que dejamos pendiente y que, además, incrementa la ansiedad.
Ahora que planeemos 2020 analicemos qué tenemos bajo control.
@vivircomoreina