Este lunes México amaneció sin responsable de gestionar el espacio aéreo. Ayer por la tarde presentó de manera irrevocable su renuncia Víctor Manuel Hernández Sandoval, quien desde 2018 fungiera como director general del Servicio a la Navegación de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Preocupa que un problema mayor intente resolverse echando la culpa aislada a un chivo expiatorio y es que la secuencia de hechos previos a su dimisión prendió todas las alertas.
El jueves 5 de mayo la Federación Internacional de Asociaciones de Pilotos de Línea Aérea (Ifalpa) reportó la ocurrencia de una serie de eventos experimentados por las aeronaves desde el mes de marzo en que comenzó a operar el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Sin precisar fecha y lugar, aseguraron que la tripulación entera de un avión estuvo a nada de impactarse contra una pista de aterrizaje.
Al día siguiente, la SICT respondió a los representantes de los pilotos que era falsa la información denunciada. Negó que hubiese sido reportado ningún incidente.
Solo porque la realidad es necia cuando el oído humano se niega a escuchar, el sábado 7 fue difundido viralmente otro episodio grave en que dos naves de la compañía Volaris estuvieron a punto de colisionar en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Después de tales hechos, es dable considerar como cierto lo dicho de los pilotos y como mentirosa la voz de las autoridades de SICT.
Pero la renuncia de Hernández Sandoval trasciende este debate: ¿qué es lo que realmente está pasando con la gestión de los cielos en el Valle de México?
Confirman también los controladores aéreos haber dado noticia previa sobre un crecimiento preocupante de eventos, pero tampoco merecieron escucha sobre las medidas propuestas para evitarlos.
¿Fue Hernández Sandoval, ex director del servicio a la navegación, quien no atendió a controladores y pilotos o la sordera viene de su jefe, el titular de SICT, Jorge Arganis, o bien, del jefe de su jefe, quien despacha en Palacio Nacional?
Siempre es mejor oír a tiempo, aunque a veces se trate de verdades.
Zoom: El descrédito político que la tragedia de la Línea 12 trajo al lopezobradorismo sería una nadería comparada con las consecuencias de un eventual accidente aéreo.
Ricardo Raphael@ricardomraphael