Recientemente tuvimos la noticia del acceso a la justicia para Ingrid Escamilla.
Se logró una pena máxima, ya que fue un caso excepcional marcado por la profanación de su cuerpo y su sufrimiento ante medios amarillistas que pensaron que era una buena forma de obtener tráfico en sus websites.
No solo fue la indignación por su feminicidio, sino por las atroces imágenes circulando para siempre en internet.
Detrás de esta sentencia hubo mucho sufrimiento, movilizaciones, protestas y luchas.
¿Qué es la "Ley Ingrid"? es una reforma al Código Penal Federal, donde se establecen sanciones para quien haga este tipo de filtraciones, porque tenemos que decirlo: éstas vinieron de la irresponsabilidad de las personas que dirigían las investigaciones afectando el proceso de acceso a la justicia para Ingrid.
Así, se sanciona principalmente a servidores públicos que difundan cualquier tipo de imágenes, audios, videos, documentos o información sobre la investigación de un delito.
El circo que quisieron hacer alrededor del feminicidio de Ingrid fue demoledor y doloroso, los grupos de mujeres, colectivas y organizaciones feministas, así como cualquier persona con un gramo de decencia denunciaron este hecho y llamaron a unificarnos por una causa única en su género en el país: cambiar el algoritmo.
Uno de los terrores de las mujeres es la circulación online de imágenes que atenten contra su dignidad y privacidad, miles tienen que vivir con este sufrimiento sabiendo que su vida ha quedado expuesta en internet para siempre. ¡No más!
Con este caso cambiamos el algoritmo. La lluvia organizada de imágenes hermosas de Ingrid permitió aliviar, al menos temporalmente, la pena de ver su profanación cada vez que alguien googleaba su nombre.
Este escrito es para que nos recordemos a nosotras mismas y a la sociedad en general que podemos hackear el algoritmo de Internet que actúa en nuestra contra como parte del sistema machista, pero juntas, colectivamente, sororamente y organizadamente podemos hacer cualquier cambio que nos propongamos.