Almudena y Vox: la creación y el discurso de odio

Ciudad de México /

“Muere Almudena Grandes, la escritora que noveló la épica de los perdedores”. Así anunciaba el diario El País el fallecimiento de la autora española de 61 años tras una batalla contra el cáncer.

"Con odio has vivido y con odio has muerto”: por el contrario, el partido Vox decidió que era el momento de escupir, ellos sí, el odio que los ha caracterizado y que pretende elevar a política de Estado. Tras publicar semejante insulto posmortem contra la escritora, optaron por borrarlo de su cuenta de Twitter. No por arrepentimiento, sino por cobardía ante la andanada de reclamos que sufrieron en redes. Alegaron que había sido un “voluntario” quien escribió eso, que no representaba la postura del partido y que “había sido retirado del manejo de redes”, sin que nada de esto fuese comprobable.

Si bien puede ser recordada como la autora de obras como Las edades de Lulú (1989), Malena es un nombre de tango (1994) o El corazón helado (2007), entre muchos otros libros, Almudena recibió diversos reconocimientos a lo largo de su amplia trayectoria, como el Premio Nacional de Narrativa en 2018 o el Premio de Periodismo Internacional 2020 del Club Internacional de Prensa. Sin considerar estos méritos, Vox decidió que era el momento de escupir odio sobre el recuerdo de una mujer cuyo apellido ratificaba lo que de sobra detectamos en sus textos: que era una grande.

La muerte de una mujer solo fue usada para hacer politiquería y, como bien ilustra el caso de Vox, permite constatar que las mujeres, incluso muertas, no dejamos de cargar con el odio que profieren quienes alimentan ese sentimiento en vida.

No deja de ser preocupante que un partido como Vox siga teniendo adeptos a pesar de sus políticas segregacionistas y violentas. De hecho, cada vez que toman tribuna, en el caso preciso de Santiago Abascal, éste aprovecha para disertar contra los migrantes y contra La Ley de Violencia de Género y el feminismo. Y no solo ello, sino que en abril del año pasado, en pleno confinamiento por el coronavirus, Vox se negó a apoyar la convalidación del decreto ley que declaraba como esenciales, durante la vigencia del estado de alarma, los servicios de atención a las víctimas de violencia machista y que garantizaba protección a estas mujeres también mientras durara la pandemia.

No, Santiago Abascal, no, Buxadé, no fue simplemente un encargado de escribir redes quien carga la responsabilidad de los tuits deplorables por la muerte de Almudena Grandes. La responsabilidad es de ese discurso lleno de odio que han promovido de manera irresponsable y que refleja el desprecio por la vida del otro basado en criterios arbitrarios.

Pero la culpa no solo es de los otros, sino enteramente nuestra, que como sociedad damos cabida a esos discursos de odio y los ratificamos con votos en las urnas. Por eso México, cuando veas las barbas de tu vecino cortar… al Senado no lo vuelvas a invitar.

Por Sarai Aguilar Arriozola

@saraiarriozola*

* Doctora en Educación y Maestra en Artes. Coordinadora del Departamento de Artes y Humanidades del Centro de Investigación y Desarrollo de Educación Bilingüe UANL.

  • Sarai Aguilar Arriozola
  • Doctora en Educación, máster en artes, especialidad en difusión cultural
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