Milenio logo

Mikey Madison y Demi Moore: la victoria que comparten

Ciudad de México /

Demi Moore recibió el galardón a mejor actriz por su participación en la película de terror La Sustancia en los premios del Sindicato de Actores (SAG), pero no lo logró en el Oscar, que ganó la actriz Mikey Madison por Anora.

No obstante, Moore ya había obtenido la victoria en el Globo de Oro en enero, cuando venció a su joven rival, quien también ganó en la misma categoría en el Bafta.

No tendría nada de particular que dos actrices compitieran en la misma categoría en la temporada de premios sino fuese propio de un multiverso de Marvel la casualidad que se enfrenten en la vida real las representaciones de una mujer veterana y la de una mujer joven, tal como paradójicamente ocurre en La Sustancia.

En Anora, Madison encarna a una joven trabajadora sexual ruso-estadunidense de Brooklyn que tiene su oportunidad, al estilo Cenicienta, de conocer a un joven ruso hijo de millonarios con el que se casa impulsivamente, y cuyo cuento de hadas se ve amenazado cuando los padres se enteran del enlace.

Es imposible no recordar a Demi Moore en Striptease en 1996, sólo que con resultados opuestos. En un pasado punitivista con las mujeres, aun cuando filmar esa película le significó recibir el sueldo más alto de Hollywood, también le costó recibir el Razzie, el “premio” a la peor actriz. Su rol despertó críticas, la indiferencia del público y la desconfianza de la industria.

Hoy ganó Madison, pero junto con ella la batalla en la que abrió brecha Demi.

En el caso de Demi Moore, se ratifica que, sin importar los estereotipos o etiquetas que una sociedad patriarcal haya impuesto sobre las mujeres o las expectativas corporales, éstas siempre se pueden romper. Como ella misma lo señaló en la premiación de los Globos de Oro al momento de recibir el primer galardón de primer nivel en su carrera: "Hace 30 años un productor me dijo que era una actriz de palomitas de maíz, lo que en aquel momento no me hacía merecedora de este premio. Significaba que podía hacer películas exitosas y que recaudaran mucho dinero, pero que no podía ser reconocida por mi talento. Y yo lo creí".

Pero no fue solo eso: se convirtió en una actriz cuyo nombre ya no se asociaba a producciones, sino a su vida personal o su apariencia física, como se ha condenado a muchas mujeres en el medio. Porque lo que en el hombre es la madurez de la edad, en la mujer es la sentencia de vejez.

Y hoy, Demi Moore puede considerar el premio de Anora como propio. Casi 30 años después las mujeres pueden ganar premios por aquello mismo que a ella se los negaron. Y a la vez puede conseguir premios a su nombre a una edad que a las mujeres se les dijo que ya no resultábamos interesantes.

Sin duda, esta temporada de premios marca mucho más que una batalla por las estatuillas. Es una búsqueda más allá del arcoiris, tal como lo entonara Ariana Grande: por el tesoro por la igualdad y libertad para todas las mujeres.


  • Sarai Aguilar Arriozola
  • Doctora en Educación, máster en artes, especialidad en difusión cultural
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.