Sean “Diddy” Combs: la impunidad que da la fama

Ciudad de México /

En la prisión se conoce a los amigos. Y eso está por comprobarlo Sean Combs.

El rapero podría enfrentar cadena perpetua si es condenado por el Distrito Sur de Nueva York por los cargos de asociación ilícita, tráfico sexual y transporte para ejercer la prostitución. Él se declaró inocente en todos los casos.

Hace apenas unos años la gente presumia ser invitada por Combs a sus festejos anuales. El también autonombrado Puff Daddy o Diddy comenzó a organizar las fiestas llamadas White Parties en 1998 para marcar su presencia en la exclusiva comunidad de los Hamptons de Nueva York. Su sueño era integrar su estilo de vida hip-hop con la élite de la Costa Este. “Despojarnos de la imagen de todos y ponernos a todos del mismo color y al mismo nivel”, le dijo a Oprah Winfrey en una entrevista de 2006. (CNN 2024).

Así, dichas fiestas incluso tuvieron sedes diferentes. Se vio a toda la élite del mundo pop en ellas y se asociaron incluso a causas benéficas. Pero después las fiestas blancas se enlodaron. Se convirtieron en las Freak Off Parties. Estas fiestas, que empezaron a celebrarse alrededor de 2009, se describen ahora como “eventos llenos de exceso, drogas y explotación”, donde se ha alegado que el rapero utilizaba su poder para coaccionar a los asistentes a participar en actos sexuales que duraban incluso días. En los últimos meses, varios famosos han salido a la luz para compartir su experiencia con estas fiestas, mientras que otros han preferido mantenerse en silencio.

Pero la avalancha de denuncias ha sido implacable. La punta del iceberg fue la acusación de su expareja por violencia doméstica que incluía desde golpes hasta violaciones. De ahí hasta terminar en investigaciones por tráfico sexual y suministrar drogas sin el consentimiento para poder abusar de sus víctimas.

La pregunta que asoma es inevitable: ¿Cómo pudo un depravado sexual actuar con total impunidad por casi dos décadas sin que nadie lo denunciara previamente? ¿Cómo pudo alguien tan público ofrecer dichas bacanales y poner a disposición de sus invitados mujeres y que se normalizara entre los asistentes?

Hoy algunas señales saltan a la luz. En 2014, en un episodio de uno de los realities de las Kardashian, Khloé habló sobre una fiesta con Combs y continuó describiendo la fiesta más adelante en el episodio, diciendo: “En esta fiesta, creo que la mitad de las personas estaban desnudas”. Hoy todos niegan haber asistido pero en los últimos días han salido a la luz varias fotografías con famosos como Leonardo DiCaprio fumando y rodeado de copas de champán en la vivienda del rapero en el año 99.

Al parecer la impunidad que rodea a la trata de personas y el abuso sexual es total ante el poder económico y las amistades famosas. Basta con recordar el caso de Jeffrey Epstein, multimillonario que termino con su vida en prisión tras años de acusaciones de dirigir una red de trata que incluía nombres de la realeza británica. Al parecer, no hay mayor protección para los violentadores y traficantes sexuales que el dinero, la fama y el poder.


  • Sarai Aguilar Arriozola
  • Doctora en Educación, máster en artes, especialidad en difusión cultural
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