Los servicios públicos municipales son el termómetro del buen o mal trabajo de la administración de un ayuntamiento.
También son la cara visible del gobierno y la referencia directa para la emisión de juicios por parte de la ciudadanía para evaluar la gestión, cumplimiento y compromiso del gobierno.
En este sentido, la prestación de los servicios públicos municipales son la columna vertebral de la gestión de la autoridad local, por lo que presentan un alto índice de dificultades para dar cumplimiento que satisfaga las demandas de la sociedad que parten de una mala planeación de los problemas que aquejan al municipio.
Lo cierto, es que existen otros factores que no ayudan a dar cumplimiento a la prestación de los servicios públicos municipales como es el caso de una política de austeridad federal, una mala selección de servidores públicos sin ética, honradez, profesionalismo entre otros, conlleva a no tener la capacidad de desempeñar su cargo con probidad.
Como consecuencia de lo anterior, aunado a la falta de compromiso, el mal manejo de la transparencia y la rendición de cuentas, conlleva al crecimiento de la corrupción dentro de los municipios.
En lo que respecta a la administración de Pachuca, capital del estado de Hidalgo, no se observa un buen gobierno, dadas las problemáticas en el suministro y distribución de agua potable, recolecta de basura y el mayor problema es que no se vio la solución a los baches, los cuales fueron tema de campaña que le dieron el triunfo al alcalde.
Por otro lado, y lo más sentido para la ciudadanía, es la falta de iluminación, seguridad y mantenimiento de los espacios públicos que pone en peligro la dignidad de cada persona o infante que hace uso de los mismos, dejando de ser vistos como punto de encuentro y diversión entre los integrantes de la familia.
Por estos motivos, la ciudadanía no califica adecuadamente el desempeño del ayuntamiento de Pachuca y espera que sirva de ejemplo al presidente electo Jorge Reyes para no caer en lo mismo que se ha vivido en el último y actual periodo de gobierno.