El Gobierno de Guanajuato aplicó la Segunda Encuesta de Autopercepción Policial, en el que participaron cinco mil policías municipales.
El 32% de las respuestas fueron por parte de mujeres, una representación equivalente también a la composición por género a nivel nacional de las policías municipales.
En una edición anterior de esta columna, hablamos del aumento del nivel educativo respecto al primer ejercicio de junio de 2022, el 73% en el aumento de la motivación respecto al mismo periodo, así como que el 85% nunca ha pensado renunciar a su trabajo, entre otros aspectos.
Respecto a la presencia de las mujeres en las instituciones policiales, hay que hacer un apartado diferente.
A la pregunta de que si en las instituciones policiales debería de haber más mandos mujeres, el 15% dijo que NO.
Sobre si trajese algún beneficio contar con más mujeres en posiciones de mando, casi 74% si identificaron algunos aspectos positivos, como equidad, capacidad, responsabilidad y sensibilidad, entre otros.
Pero destaca que 25% no ve ningún beneficio en que haya más mandos mujeres. Una tercera parte dijo que no era necesario, otra tercera parte dijo QUE NO SABEN y la tercera parte restante las dijo VUNERABLES y en menor medida conflictivas.
Sobre acoso laboral o sexual, el 77.7% lo han vivido y en el 46% de los casos afirmativos, proviene de sus mandos, seguido de sus compañeros con 32.3%.
Ante la pregunta de que, si hay las mismas oportunidades de ascenso para hombres y mujeres, 64% señala que sí. Del 36% restante que respondió con un NO, 48% considera que es por machismo, 20% por corrupción y 11% por discriminación. El resto dio respuestas variables.
En cuanto las condiciones necesarias para conciliar la vida familiar con la laboral, en el caso de las mujeres policías que son madres, 30% pidió horarios accesibles, 26% guarderías, 23% flexibilidad en permisos, 12% respeto al tiempo de descanso, 5% apoyos económicos para hijos y 2% atención psicológica. Ya imagino los comentarios que estas respuestas generan en el sector que no cree que debe haber más mandos mujeres.
En la seguridad no puede ni debe haber cuotas de género. Se cuece aparte. Pero también debe alcanzarse la equidad e igualdad de oportunidades, lo que implica una preparación diferenciada y enfocada a su desarrollo, no solamente técnico, sino también de liderazgo.
Se trata de tener un “acelerador de mandos”, porque si hay capacidad, talento, vocación, un alto grado de responsabilidad y ello contribuye a acercarse a las condiciones de equidad deseable, también en el ámbito de la seguridad.