Es una buena pregunta que puedo responder, aunque quizás con un poco de precaución en mi objetividad. Ser parte de los nuevos votantes, junto con varios compañeros de México, nos dio una perspectiva que antes no hubiese sido posible con solo los nominados y opiniones respecto a la ceremonia. Este año no solo cambió eso; con más de 300 votantes en el mundo, con un esfuerzo en pro de la diversidad y las diferentes experiencias de vida, y sabiendo que la compañía dueña y que produce estos premios también cambió, la pregunta es: ¿y la industria?
Las juntas por Zoom, en las que se nos explicaba el proceso para votar —y no puedo decir mucho porque aún faltan los ganadores—, dejaron muy claro que venimos de muchos lugares distintos, pero con el streaming, la experiencia de los públicos es mucho más pareja de modo global.
Y eso me parece bastante bien para esta entrega 81.
Hay sorpresas. Que Barbie y Succession sean las más nominadas es un reflejo de lo que pasó en las conversaciones, ratings y taquilla a escala mundial. Que Taylor Swift esté nominada con Barbie a Mejor logro de taquilla es una belleza respecto a lo que las mujeres hicieron este año. Y sobre el debate en torno a la categoría de Mejor musical o comedia, este año no fueron mejores los musicales que otras cintas. Y que lo diga yo, la obsesionada con el formato, duele pero lo considero interesante. Viene mucho que desmenuzar al respecto.
Sí, consideren inaugurada la temporada de premios, en una industria que se reconfigura y sobrevive ante todo.