Empiezo con mis deseos para 2020 y este no le va a caer muy bien a mucha gente. Pero ya llegamos a un extremo en el que nadie puede decir nada sin ser destruido por quien piense diferente y verdaderamente siento que eso nos está haciendo una sociedad triste y autorreprimida.
Para los que amen la comedia, sin importarles dónde se origine, Eddie Murphy es uno de los grandes estandartes de ésta, logrando hace más de 35 años traducir el fantástico humor de la comunidad negra en Nueva York para el mundo entero. Siempre fue intenso, impulsivo, brillante y, sin duda, políticamente incorrecto. A nadie le preocupaba esa última parte. No puedes hacer buena comedia si estás pensando en no herir ninguna susceptibilidad y vaya que el regreso de este hombre, complicado y genial, a Saturday Night Live el pasado sábado fue épico, para decirlo de manera sencilla.
Sé que no podemos ver el programa en vivo (de forma legal) en nuestro país, pero ya está todo en YouTube y yo les recomiendo que por nada se pierdan el monólogo de entrada donde el comediante, quien acaba de tener su décimo hijo dice: “Si hace 35 años me hubieran dicho que yo sería el padre aburrido que quiere quedarse en casa por excelencia y que Bill Cosby estaría en la cárcel, ni si quiera me hubiera creído el chiste”.
Es, no solo una observación chistosa a tope, sino que también un reconocimiento brutal de que la vida está aquí para sorprendernos. También fue un enorme enojo para el Sr. Cosby y sus abogados, quienes acusaron a Murphy de venderse al sistema y venderse al “hombre blanco” solo por tener la oportunidad de hacerlo. Y disculpen, pero no hay manera que esa la podamos dejar pasar. No los que hemos sido fans de estos dos por décadas y crecimos viendo a Cosby representando al padre de familia sano y divertido, dándole un muy bello giro al como se representaba a su comunidad para luego devastarnos con la información de que era una violador serial.
¿No puede Eddie Murphy decir nada porque los dos son negros? Es como si me pidieran a mí que no dijera que Harvey Weinstein no es un cerdo abusador solo porque los dos tenemos el mismo origen étnico. O a cualquier católico que ignore la información recién liberada sobre el padre Maciel y se quede en silencio solidario.
La solidaridad tiene que ser con nuestras convicciones. Y la comedia es una de ellas en este caso. Por supuesto que hay chistes que hacen más daño que bien. Pero la labor de un comediante es hacer reír, sin tener necesariamente una agenda política al respecto. Si la tiene, pues ya podremos discutirle eso. ¿Pero de verdad creen que alguien como Eddie Murphy tiene la menor necesidad de venderse a nadie a estas alturas? Creo que el hombre, con todo y 10 bocas que alimentar, va a estar bien sin ello. Y bueno, esa es la historia de allá este fin de semana. Levante la mano el comediante mexicano que se atreva a hacer un chiste políticamente incorrecto y cuéntenos su historia. Mi deseo para estas fiestas es que seamos libres de reír de nuevo.
susana.moscatel@milenio.com