Muy pocos actores han tenido que navegar el llamado studio system moderno como Seth Rogen. El actor, escritor y productor ha generado cientos de millones de dólares para los estudios de cine y también crisis diplomáticas que acaban en hackeos masivos y el despido de gente que parecía inquebrantablemente poderosa en Hollywood.
Así que sí, Seth Rogen y Evan Goldberg tienen la autoridad y nada de la vergüenza que se requiere para hacer una serie como la que hoy se estrena por Apple TV+.
Se nos dice que la gente no goza tanto como quienes estamos dentro de la industria del espectáculo con las cintas y los programas que hablan de cómo se hacen películas y televisión. Se equivocan, pero si era el caso, el tono de The Studio hará que eso cambie. Y hará que la industria se retuerza entre la risa y la vergüenza por las revelaciones que se hacen.
Cuando Rogen hizo La entrevista, (cinta en la que los personajes querían matar a Kim Jong-un) Corea del Norte decidió hackear los estudios Sony, evidenciando todos los secretos en sus servidores, costándole la chamba a jefa del estudio, Amy Pascal.
Desde el primer capítulo hacen referencias a ella, y a todos los demás temas sensibles de Hollywood. ¿Por qué es tan buena? Participan desde Martin Scorsese hasta el CEO de Netflix, Ted Sarandos (recuerden, esto es Apple); hay que aceptar que después de tantas intensidades la industria necesita reírse de sí misma.
La narrativa del sonso nuevo jefe de los ficticios Continental Studios, contrastada con tomas extraordinarias de plano secuencia (piensen en la primera escena de Birdman) es la combinación perfecta para reír de los personajes que habitan la parte comercial del séptimo arte sin ser demasiado técnico o elevado para quien solamente quiera pasar un muy buen rato.