Lo que pide –exige– Poder Prieto, movimiento que tiene muchísimos rostros, del que destaca el de Tenoch Huerta, siempre ha sido lo correcto.
Y siempre ha tenido razón. Por supuesto que hay privilegios implícitos en nuestra sociedad y no reconocerlos si eres, a querer o no, beneficiario de ellos, te vuelve parte del problema. Muchos hemos sido involuntariamente parte del problema.
Lo que me alegra mucho estos días es que en casos como el de Tenoch, quien ha estado dominando titulares por motivos maravillosos, el discurso ha dejado de ser una confrontación y, como nos dijo en el Festival de Cine de Los Cabos al recibir su reconocimiento: se ha vuelto uno de diálogo, uno didáctico y de manera maravillosa, uno aspiracional.
Y no, no quiere decir que cualquier niño mexicano que lo vea triunfar en Marvel deba tener esas metas en particular. Sí quiere decir que, sean fans de Wakanda o no, Tenoch llegó ahí sin dejar de levantar la voz por una equidad que quizá en otros lugares del mundo no se discutía. Y mucho más importante, que aquí mismo no se escuchaba y se reprimía. El éxito de Tenoch tiene que ver con su enorme talento y sensibilidad, y sé que a muchos nos inquietó que se nos dijera que nos beneficiábamos de privilegios que no buscamos, pero sí marcaron nuestra vida.
Las palabras fuertes de Tenoch nos han cimbrado. A veces hasta nos dieron miedo. Agradezco y celebro verlo conmovido hasta las lágrimas en Los Cabos, con un discurso bello que nos permite ser parte y no obstáculo de la solución. No nos sigamos dividiendo. Hay mucho que mejorar.
@susana.moscatel